CINE
Cine

Viggo Mortensen: "Es un error eso de Espa�a para los espa�oles o Am�rica, como dice Trump, para los americanos"

El cineasta regresa a la direcci�n con 'Hasta el fin del mundo', un 'western' de aire cl�sico que habla de mujeres poderosas libres, de diversidad, de inclusi�n y de la necesidad de perd�n

El actor Viggo Mortensen.
El actor Viggo Mortensen.Alberto DiLolli
Actualizado

Viggo Mortensen (Nueva York, 1958) habla despacio. Y bajito. Pero claro y en un espa�ol con un deje argentino irrefutable. Se sirve un caf�, nos ofrece otro y, apenas empieza la entrevista, llega un tercero. Con leche de avena este �ltimo. �Para qu� tanta cafe�na? No hay respuesta. Aunque quiz�, se nos ocurre, sea para compensar.

Lo que no hay duda, es que el cineasta, poeta de verso libre, pintor abstracto, m�sico experimental, fot�grafo anal�gico, viajero pol�glota, hincha del San Lorenzo de Almagro, editor de rarezas, activista pol�tico desconsolado y hasta actor met�dico (todo eso es) se toma su tiempo. Para todo.

Empez� en el cine a mediados de los 80 (le vimos por primera vez en �nico testigo), no consigui� los galones de estrella mundial hasta el 2000 de la mano de Aragorn y le ha llevado una vida entera debutar como director a la edad que otros se jubilan. Lo hizo de la mano de un convulso melodrama familiar que atend�a al nombre de Falling en 2020. Ahora vuelve a ponerse detr�s (y delante) de la c�mara con Hasta el fin del mundo, una del Oeste de las de toda la vida; un western de ritmo pausado, mirada profunda y paisaje abierto de par en par. Paciencia.

Para saber m�s

De repente, el western. Jane Campion, Chloe Zhao, Amod�var y hasta Kevin Costner, que presentar� en Cannes un d�ptico de casi seis horas... �Qu� hace tan actual al m�s cl�sico y viejo de los g�neros?
Tampoco son tantas pel�culas si se ve todo el resto de los g�neros.
Hace unos a�os no hab�a ninguna...
Eso es verdad. Yo puedo hablar de m�. Me cri� en los 60 viendo series en la televisi�n como El hombre del rifle, Rawhide, con Clint Eastwood muy joven, o, m�s tarde, Bonanza. Steve McQueen tambi�n protagonizaba una (Randall, el justiciero). Y tambi�n pod�as ir al cine y ver un western aunque ya hubiera acabado la edad dorada. Probablemente, El hombre que mat� a Liberty Valance sea el �ltimo en su especie. Pero no quiero dejar de mencionar Los valientes andan solos, de David Miller, que estaba ambientado en los a�os 50. Era diferente, un retrato del mundo moderno persiguiendo a un vaquero a la antigua...
E imagino que jugaba a los indios y los vaqueros...
S�. Adem�s montaba a caballo. Ahora no s� a qu� juegan los ni�os, quiz� a cosas de Marvel. Pero mi infancia discurri� en el Oeste. Yo a�ad�a una peculiaridad. Lo m�o eran los vaqueros gauchos, puesto que crec� en Argentina. Era una rara combinaci�n. Pero me preguntaba por el resurgimiento. Imagino que si nos va bien, habr� m�s. Pero en cualquier caso, mi impresi�n es que el western es un esqueleto al que le puedes poner la carne que quieras. De hecho, cuando empec� con este proyecto, ni siquiera sab�a que iba a ser un western. Por otro lado, el 80% de los westerns que se han hecho son pel�culas mal�simas. Aunque eso se puede decir de cualquier g�nero.
�C�mo es eso de que su idea no era hacer un western?
Mi idea original fue contar la historia de una mujer independiente que busca abrirse camino en un lugar donde la frontera a�n no existe, donde no hay ley en una sociedad dominada por hombres violentos y corruptos. Y fue entonces cuando vi claro que esto era un western y que ven�a bien ese contraste entre la protagonista y ese ambiente.
El western arrastra fama de g�nero machista. Es un g�nero de hombres. As� lo hizo expl�cito Jane Campion cuando rod� El poder del perro... Hay quien ya considera a su pel�cula un western feminista. �Se reconoce en esta definici�n?
Soy perfectamente consciente. De hecho, rara vez el personaje principal es una mujer. Se han hecho, pero suelen ser supermujeres.... Yo no defino as�, como feminista, a mi pel�cula, pero me parece interesante que provoque esa reacci�n. Imagino que responde a la necesidad de colocar una etiqueta. Prefiero pensar que es una historia compleja de amor entre dos personas iguales. Lo relevante es que cada uno se interesa por el otro. Y eso se puede trasladar a cualquier relaci�n sea del tipo que sea: si no se est� dispuesto a cambiar no hay sociedad ni relaci�n posible. Y si no hay perd�n, tampoco. Hay que aprender a perdonar a los dem�s y perdonarte a ti mismo por haber cometido errores.
Lleva en el cine desde los 80 y en los �ltimos a�os el Metoo lo ha cambiado todo. �C�mo juzga esa transformaci�n ya que hablamos de la relevancia de su protagonista?
A veces los cambios llevan a extremar las posturas y obligan a generalizar demasiado. Se culpa a gente que quiz� no est� en la misma situaci�n que los verdaderos culpables. Pero creo que al final las cosas se reconducir�n. Toda mi vida he trabajado con directoras y actrices muy interesantes. Es m�s, mi introducci�n al cine fue gracias a mi madre. Ella siempre pensaba el cine en t�rminos literarios. Recuerdo que viendo Lawrence de Arabia me preguntaba qu� pensaba yo que iba a pasar en la segunda parte. Siempre hablaba de las historias. Estoy convencido de que en otra vida podr�a haber sido una excelente guionista. Por otro lado, es injusto meter a todas las mujeres o a todos los hombres en el mismo saco. No es verdad que todas las mujeres son m�s tranquilas o m�s consecuentes o m�s dialogantes. Ni en el cine ni en la pol�tica... Hay mujeres intolerables y muy autoritarias
�Piensa en alguien en concreto?
Bueno, hay mujeres que no tienen verg�enza y mienten sin parar. Eso lo vemos todos los d�as. Y, adem�s, parece que les funciona. Pero no hablemos de eso. Lo cierto es que en el equipo de esta pel�cula ha habido muchas mujeres y hab�a una energ�a diferente. En general, quiz� s� es cierto que las mujeres son m�s capaces de mantener cierta calma.
Lleva una insignia de Ucrania y, por lo que acaba de decir sobre la necesidad de comprender al otro y perdonar, se dir�a que el comentario de su pel�cula es completamente actual...
Apoyo a Ucrania en su pelea de no ser engullida por Rusia, pero lo realmente triste y lamentable es la propia guerra. Tambi�n Ucrania ha cometido errores. Cualquier guerra por muy bien motivada que est� trae consigo caos y destrucci�n.
La pel�cula se estrena dos d�as antes de las elecciones en Catalu�a donde se habla mucho de lo mismo que en ella: de nacionalismo, de entenderse entre diferentes en diversas lenguas...
Soy partidario de la inclusi�n en lugar de la exclusi�n; de la flexibilidad en vez de la rigidez... Y eso es aplicable a la pol�tica, a la familia y a toda la sociedad. Me encantan los dialectos, las lenguas diferentes, los puntos de vista distintos... Puedo no estar de acuerdo con muchas cosas, pero me interesa la diversidad, que la entiendo como un peque�o milagro en un mundo globalizado. Me parece enriquecedor para Espa�a que sigan existiendo las diferencias. Escuchar al otro me parece b�sico. Lo interesante no es negar las diferencias sino buscarlas... Es un error eso de Espa�a para los espa�oles, Francia para los franceses o Am�rica, como dice Trump, para los americanos. Eso es limitar un pa�s entero para unos pocos blancos y cristianos. Y hay mucho m�s y lo ha habido durante siglos, y �por qu� no agradecerlo en vez de negarlo?
�Nunca ha tenido miedo a decir lo que piensa?
Ni a reconocer que me he equivocado y a pedir perd�n.
Pero �es posible el perd�n?
El error es creer que pedir perd�n es una muestra de debilidad. Si los pol�ticos, por ejemplo, reconocieran cuando se equivocan o mienten, la gente lo aplaudir�a. Eso ser�a un buen comienzo. Hay miedo a pedir perd�n porque pareces d�bil o ineficaz.