El fotógrafo de la que marcó los 2000 presenta su retrospectiva:: "", en el Palacio de Minería hasta el 31 de julio. Esta exposición marca el regreso de LaChapelle a la capital, 15 años después de su primera exposición en el .

En esta ocasión se exhiben más de 100 fotos que ha hecho desde 1985. En ocho salas hay retratos de figuras como Pamela Anderson, Dua Lipa, Lady Gaga, Eminem, Travis Scott, Naomi Campbell y hasta la fotografía de Britney Spears para la portada de la revista Rolling Stone en 1999, que causó polémica por posar en lencería y con un peluche de teletubbie cuando aún era adolescente. En contraste, también se exhiben fotos de su serie Jesus is my Homeboy, que replica La última cena, pero ambientada en 2003; Biombos, donde imagina cómo es el paraíso a donde fueron sus amigos que fallecieron por Sida, y su serie más reciente, Viacrucis (Stations of the Cross, en inglés), que se estrena en América Latina en esta muestra.

LaChapelle, quien inició su carrera como colaborador de en la revista Interview y formó su ojo con la cultura del club Studio 54, ahora reside en una cabaña aislada en Maui, Hawaii. Dice que el silencio le inspira más hoy en día, al igual que la guía de Dios. Por ejemplo, Viacrucis era un proyecto que residió en su cabeza por años. Sin saber cómo ejecutarlo, recurrió a la oración y fue hasta 2022 cuando el rapero italiano Tedua, con ingenuidad, probó suerte para ver si un grande como LaChapelle le hacía las fotos para su nuevo disco, La Divina Commedia. Para el estadounidense fue una respuesta a sus oraciones, pues finalmente había encontrado a un hombre con el aspecto de haber nacido en Nazareth.

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Las creaciones del estadounidense se pueden ver en David LaChapelle: Amor, en el Palacio de Minería. Foto: German Espinosa El Universal
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La visión del estadounidense tomó el rumbo de hacer fotos religiosas, como consecuencia de la degradación que percibe en la cultura pop actual, que refleja una sociedad hambrienta de violencia y posesiones materiales que ha perdido la capacidad de observación. De ello reflexiona con .

¿Por qué eligió la Ciudad de México para estrenar Viacrucis en América Latina?

No lo sé, fue intuitivo. Vivo en Maui, Hawaii, unas semanas antes de que viviéramos los incendios (que ocurrieron en el verano de 2023), tuve este sentimiento muy fuerte de que debía mostrar mis fotos en la Ciudad de México y llamé a mi amiga Ingrid (Barajas, productora de la exposición) para ver si podíamos armar una muestra. Y en menos de un año estamos aquí, mostrando mucha de mi obra, pero lo que es importante es Stations of the Cross. Así fue como sucedió, tuve un fuerte sentimiento. Sabía que aquí la gente estaría dispuesta a ver estas imágenes, aquí tienen el corazón y la mente abierta para estas imágenes.

El público acepta sus imágenes de celebridades y cultura pop, ¿se tiene el mismo recibimiento a sus imágenes religiosas?

Realmente no lo sé, no he mostrado estas fotos lo suficiente para saber cómo son percibidas. Pero esto es lo que tengo que hacer, esto es para mi corazón y espero que conmueva a las personas. Esa es mi esperanza. Realmente no están hechas para la venta, no hay muchos coleccionistas que compren arte contemporáneo religioso. Cuando se aborda la religión en el arte contemporáneo hoy en día, la mayoría de las veces es blasfemo, en burla, criticando, tomándola como chiste o de forma irónica. Estas fotos sólo son para honrar a Dios y en el arte contemporáneo eso ya no se hace, yo casi no lo he visto. He encontrado uno que otro artista, pero no es un tema que sea celebrado en la actualidad.

¿Y eso como artista cómo lo hace sentir, que está solo?

No, creo que más bien sorprende a algunas personas que soy un hombre gay que me gusta la cultura pop, fotografío a celebridades desde Lil’ Kim, Dua Lipa, Doja Cat y Travis Scott y cómo aun así soy alguien que tiene fe. Hay muchas personas en contra de la religión hoy en día, gente que le ha dado la espalda a Dios y gente que piensa que los religiosos son los que están condenando a los gays, pero no es así, aquellos que están condenando son aquellos que no están hablando con la verdad. Dios está en la Biblia, esa es su palabra y eso es lo que leo y esa es mi fuente (de inspiración). Ahí dice que Dios es amor y por eso ese es el título de mi exposición Amor.

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Foto: German Espinosa El Universal
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Dice que hoy somos menos capaces de observar imágenes, ¿cómo contrarrestar esto?

Nuestra capacidad de concentración se está haciendo más corta. Debemos tomar esa decisión, decidir qué es lo que vamos a ver. Nosotros decidimos qué vamos a comer, sabiendo el impacto que puede tener, entonces hay que decidir con qué vamos a alimentar nuestros ojos, nuestros oídos… ¿vamos a ver series de asesinos seriales o reality shows con familias materialistas peleando, vamos a ver esa basura?, ¿o vamos a alimentarnos con cosas buenas que nutran nuestra alma? Si estamos hambrientos y sedientos, hay que estarlo de bondad, vida, alegría y belleza. Estamos hambrientos por estas cosas, así que como artista tengo la oportunidad de dar la mayor cantidad que me sea posible de amor, belleza, claridad y no sumar a la confusión ni abonar a la oscuridad, al sufrimiento, al dolor… ya hay mucho de eso, lo vemos en las noticias, ¿por qué hacer más de eso? Como artista tengo la oportunidad de elegir crear más oscuridad o crear más luz y elijo la luz, tanto en mi vida personal, como en la profesional.

¿Cómo encuentra el equilibrio o diferencias entre las imágenes comerciales y las de Dios?

Es una buena pregunta porque solía pensar que eran trabajos diferentes, pero ahora los veo como un todo, porque estas imágenes de celebridades atraen a los jóvenes a las galerías y ahí es donde también ven mis imágenes como Viacrucis. Así que es un todo, antes no lo entendía así, pero ahora veo que un tema alimenta al otro.

Esta escena cultural de Studio 54 fue la que lo nutrió cuando era joven, ¿cree que la cultura pop de hoy habría tenido ese mismo efecto en su juventud?

Sí, ahí obtuve el sentido del glamour, del color, de la alegría, la música, la libertad de expresarse en la pista de baile, todo eso es hermoso y se puede experimentar y al mismo tiempo tener a Dios en tu vida. Hoy no estoy inspirado por la cultura pop, hoy estoy inspirado por el Renacimiento, mis amigos, la naturaleza, la vida, pero sobre todo estoy inspirado por el silencio y por la guía de Dios, no sólo en mi vida personal, sino también en mi trabajo. Dios me guía y lo escucho y para hacer eso hay que estar en silencio y lejos de las redes sociales, para poder escucharlo. Pero no tengo idea si la cultura pop de hoy habría tenido el mismo efecto si fuera joven. Incluso cuando era joven estaba inspirado por Dios. Por ejemplo, las fotos instaladas en Biombos las comencé cuando todos mis amigos morían por Sida, y las hice preguntándome a dónde van una vez que murieron, así que la inspiración viene de la vida.

¿Esta retrospectiva le genera alguna reflexión de su carrera?

Todos hacemos las cosas diferentes, si alguien no tiene arrepentimientos es porque ha vivido una vida perfecta y yo no he vivido una vida perfecta, hay cosas de las que me arrepiento y tengo remordimientos, pero trato de cambiarlo. No repito mis errores, ese sí sería un gran arrepentimiento, repetir mis errores. He sido muy bendecido en mi carrera, nunca busqué ser famoso o tomar fotos a famosos, nunca soñé con estas cosas, sólo rezaba para poder vivir de la fotografía, poderme costear ser vegetariano y algún día tener una cabaña en un bosque. Mis oraciones fueron contestadas.

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