Nuevo paso de la Unión Europea para reforzar las fronteras y endurecer la acogida en la UE. Este martes se ha aprobado el Pacto Migratorio y de Asilo, siente así el último paso para la reforma migratoria. Este Pacto Migratorio y de Asilo regula las acciones desde que el migrante llega hasta su acogida o el rechazo de la solicitud de asilo, además actualiza las normas que refuerzan las fronteras exteriores de la UE y hace que se endurezca la acogida y el control sobre los migrantes; también se crea un sistema de solidaridad voluntaria en el reparto de migrantes hecho que permitirá asistir países de primera llegada como el Estado español, Italia o Grecia.
La secretaria de estado de Migración y Asilo de Bélgica, Nicole de Moor, ha señalado que estas nuevas normas «garantizan un sistema más justo y fuerte que marca la diferencia sobre el terreno» y ha asegurado que este nuevo sistema será «más efectivo e incrementará la solidaridad entre los estados miembro». Los estados tienen dos años para aplicar estas normas y tienen que preparar sus estrategias para aplicar al pacto como mucho tarde en enero.
Las fronteras, grandes protagonistas del Pacto
El Pacto incluye un procedimiento acelerado de asilo en frontera que permitirá resolver de forma mucho más rápida aquellos casos que tienen pocas posibilidades de conseguir protección. Estas normas buscarán prever el control y registros de aquellos migrantes que llegan a las fronteras de la UE y poder identificarlos rápidamente, impidiendo que lleguen al procedimiento de asilo si se consideran que las razones alegadas para conseguir la protección son infundadas.
Junto con esta identificación también se harán pruebas sanitarias y de seguridad a los migrantes, y también se tomarán impresiones dactilares que quedarán registradas a la base de datos Eurodac, la base de datos de la UE donde quedan recogidas todas las huellas digitales que permiten identificar migrantes irregulares o solicitantes de asilo.
