El Athletic homenajea hoy a Iker Muniain como se merece. El club ha organizado una despedida en San Mamés con los aficionados en las gradas. Se trata de una buena iniciativa, un acierto de la actual directiva, que ha dado un paso adelante en este tipo de actos. El sábado, por ejemplo, salieron al centro del campo de San Mamés un gran número de socios que han cumplido 50 años de antigüedad. Parece solo un detalle, pero es mucho más. Recoger el aplauso y el reconocimiento de la grada también tiene que suponer mucho para alguien que ha demostrado fidelidad absoluta.
Más de 20.000 athleticzales habían retirado su entrada ya la semana pasada para despedir esta tarde al capitán, que el sábado jugó de titular en la cita contra Osasuna, el equipo de su tierra. Le quedan tres partidos por delante como león.
El de la Txantrea ha completado una muy buena trayectoria en el Athletic, pero podría haber sido mejor. No lo ha sido por dos circunstancias. Primero por las dos graves lesiones de rodilla que ha sufrido a lo largo de su carrera y segundo porque gran parte de su carrera ha jugado en una posición que no es la suya, en la banda izquierda. El ‘10’ del Athletic es un media punta puro. En ese puesto estaba jugando con Valverde, a un gran nivel por cierto, cuando cayó lesionado de gravedad en Sevilla. Posiblemente en más de una ocasión haya pensado que el costado izquierdo no es su sitio, pero nunca se ha quejado. Ha primado el colectivo. Ahora, en el momento de su agur, es algo muy a valorar.