Clint Eastwood lleva décadas siendo uno de los actores con la mirada más implacable de Hollywood. Es uno de los grandes tipos duros de la industria, pero todos sabemos que dentro de él hay un corazón tierno. Lo ha demostrado, por ejemplo, al dirigir la cinta Million Dollar Baby, donde volcó una carga emocional difícil de olvidar; y también en Los puentes de Madison, que es una de sus mejores películas y también una historia romántica imprescindible.
En un libro publicado en 2012, Clint Eastwood: Interviews, habló de lo cerca que se sentía de Robert Kincaid, el fotógrafo que le roba el corazón a Francesca Johnson (Meryl Streep) y que nos recuerda lo agria que puede ser la vida. "Hace mucho tiempo, conducía una camioneta como Kincaid. Cuando comencé como director, como cuando hice Infierno de cobardes, lo hice para buscar locaciones", asegura el intérprete, tal y como recoge nuestra web hermana AlloCine.
Salía en mi camioneta, buscaba un lugar que me gustara para filmar allí más tarde. En ese sentido me parecía a él. No he conocido a ninguna ama de casa italiana, pero podría haberlo hecho. Admito que hay algo en mí similar a Kincaid"Cuando la gente me para por la calle, suele ser sobre él": Este wéstern es la mejor película de Clint Eastwood
"Admito que me gusta el personaje. Me gustó su independencia, su integridad. Es una persona apasionada por lo que hace, que no es irresponsable. Es independiente y además tiene la posibilidad de dedicarse a una carrera artística", zanja el director e intérprete. Sinceramente, nos alegramos que, de todos los personajes que componen su filmografía, sea Robert Kincaid el que más cercano sienta. A lo largo de sus décadas de trabajo siempre ha interpretado papeles con los que es fácil conectar como público, pero Kincaid tiene una humanidad especial.
Los puentes de Madison es, además, una de sus grandes obras. Se encuentra en el Top 5 de sus mayores éxitos en taquilla y tiene una puntuación casi perfecta del 90%. Una absoluta joya del género romántico que huye de los clichés y las típicas historias de amor. La protagoniza Francesca (Streep), una ama de casa con una vida de lo más rutinaria que es sacudida por la llegada de un fotógrafo. La aventura que viven juntos la marcará para siempre, pero, ¿será suficiente para hacerla cambiar de vida?
Una ficción tan realista que duele y que permitió a la actriz conseguir la décima nominación al Oscar de su carrera.
