Lecciones que los ‘Amigos imaginarios’ nos dejaron desde la infancia

Actualizado
  • 16/05/2024 00:00
Creado
  • 15/05/2024 15:32
La nueva cinta, dirigida y escrita por John Krasinski, intenta recordarnos una época de mayor simpleza y alegría, acercándonos a lo que fuimos para recordar quiénes somos

Tener amigos imaginarios para muchos niños es algo común. Son reflejos de la imaginación, inocencia y creatividad que los niños poseen desde su nacimiento; actúan como protectores y lugares seguros para quienes le temen a la oscuridad o a lo que haya dentro del armario en las noches, así como perfectos compañeros de juego durante el día.

Pero, ¿qué pasa con los amigos imaginarios cuando sus niños crecen y no los llevan consigo?

John Krasinski (The Office, A Quiet Place) busca responder a esta duda con su nueva cinta IF (Amigos imaginarios) de estreno hoy en cines, en donde Elizabeth, mejor conocida como Bea (Cailey Fleming), enfrenta el sentido de pérdida de su infancia al conocer a los amigos imaginarios –o “ifs” como son bautizados– que se han quedado sin hogar y sin niños. Junto a ellos se encuentra Calvin (Ryan Reynolds), un vecino que actúa como líder de la manada buscando la forma de ayudar a los “ifs” a no desaparecer y ser olvidados.

Y es que cuando un “if” es olvidado, es capaz de desaparecer por completo. En su viaje, Bea se encuentra de golpe con la realidad de que su padre (John Krasinski) se halla a punto de ingresar a una operación para “reparar su corazón roto”, pero mientras Bea se traga las lágrimas, su padre continúa con las risas y la diversión pese a las circunstancias, lo que logra un lazo entre su relación padre-hija con los eventos de la trama junto a los amigos imaginarios.

Con un elenco estelar de lista ‘A’ de Hollywood, Krasinski cuenta con los talentos de Emily Blunt, Blake Lively, Bradley Cooper, Steve Carrell, Matt Damon, Jon Stewart, Phoebe Waller-Bridge, Maya Rudolph, Sam Rockwell, Louis Gossett Jr., Sebastian Maniscalco, Chris Meloni, Richard Jenkins, Awkwafina, George Clooney, Matthew Rhys, Amy Schumer, Keegan-Michael Key, Vince Vaughn y Fiona Shaw, esta última interpretando a la abuela de Bea.

La historia se centra en Bea y su búsqueda por recuperar su sentido de infancia, haciendo hincapié en la importancia de que los niños sean niños por el tiempo que necesiten y recordando a los adultos que, pese a que crezcamos, nuestro niño interior tiene la capacidad de hacernos traer a la memoria quiénes somos y no olvidar el poder de la imaginación en nuestro día a día.

Inspirado por los juegos entre sus hijas de 7 y 10 años durante la pandemia del Sars-CoV-2, Krasinski ideó su propio mundo lleno de amigos imaginarios que se unen como su propia familia para afrontar las adversidades.

Cuando Bea conoce a Blue (Steve Carrell), el gigante peluche morado, piensa que está alucinando y aún más cuando Blossom (Phoebe Waller-Bridge), una bailarina con alas de mariposa, le explica la razón de por qué era importante que esta regresara.

Junto a Calvin, Blossom y Blue, Bea conoce al resto de los amigos imaginarios que se refugian en una mansión subterránea construida con imaginación constante y mucha creatividad activa. Es ahí donde Bea conoce a Lewis, un oso pardo que es el más antiguo de los amigos imaginarios y los guía en su día a día.

El trabajo de Louis Gossett Jr. como Lewis, es uno de los más conmovedores dentro de la cinta y, tras su fallecimiento en marzo de este año, su último personaje. Lewis enseña a Bea y Calvin sobre nunca olvidar. Cuando más nos sentimos perdidos, solo debemos “cerrar los ojos y todo volverá rápidamente” para encontrar nuestro camino.

Así, Bea y Calvin se embarcan en el viaje de conseguir nuevos niños para los amigos imaginarios, empezando por entrevistar a cada uno de ellos y destacar sus propósitos, en una secuencia de escenas que hacen brillar en comedia y drama, mostrando el corazón de cada “if”, así como sus añoranzas y temores.

Krasinski, quien también se acredita como guionista de la cinta, logra encontrar el balance entre los momentos que nos hacen lagrimear y aquellos en los que las locuras de Blue nos hacen reír, así como el ingenio en los diálogos —breves, pero significativos— de las demás criaturas.

Solo una mente en continuo uso puede imaginar un amigo que es un vaso de agua con un cubo de hielo proveniente de Filadelfia y que vive en Arizona, además de tener la voz de Bradley Cooper.

Por su parte Blunt presta su voz a Uni, una unicornio risueña y nerviosa con el poder de crear arcoíris de sus patas y proteger a su niño de la oscuridad.

Carrell presta su voz a Blue, quien con cada interacción logra ser adorable en cada escena y sacarnos una sonrisa. Por su parte, Cosmo, un detective noir interpretado por Chris Meloni, nos saca risas sin parar en sus apariciones, ya que su intrepidez y rápidos movimientos son reminiscentes de las series cómicas de televisión clásicas al estilo Hanna-Barbera, un guiño a las inspiraciones de Krasinski.

Cada “if” tiene su propia peculiaridad, y mientras Bea trata de hallarles un nuevo niño a quien acompañar, se hace cada vez más evidente que la esencia de cada uno solo puede ser despertada por su niño original.

La trama se complica al emprender la búsqueda y nos hace preguntarnos si es posible que una vez olvidados, los niños ahora adultos, puedan ser capaces de recordar a sus más amados compañeros de infancia.

La química entre Fleming (en ese momento de 15 años) y Reynolds no se hace esperar, ya que la actriz mejor conocida por The Walking Dead, despliega naturalmente sus interacciones y gestos, haciéndonos entender de primera mano cómo se siente Bea en cada escena y momento, ya sea con los “if” o su familia. Reynolds, por su parte, actúa como un apoyo para Bea, sin dejar de ser imprescindible para la fluidez entre Bea y los “if”.

Reynolds, quien volverá a su papel de Deadpool en junio para Deadpool y Wolverine (2024), muestra otro rasgo de su talento actoral, una faceta dramática y enfocada en mostrar emociones crudas más que enmascararlas tras un humor sarcástico, algo que no habíamos visto desde El Proyecto Adam (2022). Su interés genuino por los “if” es tangible y hace de sus preocupaciones elementos reales con los que como audiencia podemos sentirnos identificados.

Entre los elementos que hacen de Amigos imaginarios un viaje de emociones a flor de piel se encuentra su banda sonora, magistralmente compuesta por Michael Giacchino (Ratatouille, Jojo Rabbit).

Encapsulando los momentos más sensibles de la cinta y las conexiones genuinas entre cada personaje, Giacchino no decepciona, sino que nos hace conectar con cada situación en cada escena de forma natural y casi imperceptible, creando una sutileza delicada en su música, capaz de transportarnos a las emociones de los personajes en cuestión de segundos.

Si la estabas esperando, o aún si no, Amigos imaginarios es una cinta que no puedes perderte. Llena de ilusión y mucha imaginación, Krasinski y su elenco lleno de estrellas hacen de cada “if” un personaje que quisieras tener como tu propio amigo imaginario, haciendo honor a su tagline: Es una historia que debes creer para ver.

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