Si hay algo que siempre hizo especial al Estadio Azul es su colorido en las gradas. El ambiente de fiesta que la afición ha desplegado en las tribunas y que han hecho sentir a jugadores y los propios seguidores de Cruz Azul como en casa. Antes y ahora.
Y es que, aquellos mosaicos que colorearon las gradas en los partidos más importantes quedaron para siempre en la memoria y el corazón de la nostálgica afición. En la Copa Libertadores, en los Clásicos, los debuts, las despedidas y muchos partidos históricos más.
Aquellos escudos gigantes formados por la misma afición en las gradas, orquestados, principalmente por La Sangre Azul, con el apoyo de todos los seguidores que se daban cita en la cabecera local o, incluso, en todo el estadio para los partidos de local de Cruz Azul.
No obstante, por dictamen, de a poco esos mosaicos se fueron viendo cada vez menos en el Coloso de la Ciudad de los Deportes. Hay que recordar que, por reglamento, la Liga MX prohíbe el ingreso a los aficionados con “cartones, cartulinas y cualquier objeto que forme mosaicos monumentales”.
Cruz Azul encontró un nuevo colorido en el Azul
Pero el regreso de Cruz Azul al Estadio Azul marcó una nueva era en la institución, por lo que, luego de seis años de estar fuera de la Ciudad de los Deportes, volvió el equipo y volvió el colorido a las gradas del recinto. Los mosaicos volvieron a tomar forma, esta vez, orquestados desde La Noria.
Y es que, desde el primer día, se vieron de nuevo los colores de La Máquina en las gradas. El club celeste preparó un mosaico que formó el número 60 en las gradas, con el objetivo de festejar su 60 aniversario en la Primera División, que justó se conmemoró en enero de este año.
Pero eso no es todo, pues en la última jornada ante Necaxa, la afición de Cruz Azul volvió a ser testigo de un nuevo “bufandazo”, tal como lo presumió alguna vez La Sangre Azul en un Clásico contra América, pero ahora con bufandas acomodadas desde la directiva en todo el estadio.
Las bufandas con los colores del equipo y la marca más que firme “Cemento Cruz Azul” se levantaron por lo alto desde la salida del equipo a la cancha y fueron ondeadas con fuerza al grito de “soy celeste”. Así, el Estadio Azul sigue siendo testigo de todo el colorido que solo Cruz Azul es capaz de darle.
