El pasado de César Román, ‘Rey del Cachopo’, antes de asesinar a Heidi Paz: estafas, militante de la Falange y fotos con famosos - Infobae

El pasado de César Román, ‘Rey del Cachopo’, antes de asesinar a Heidi Paz: estafas, militante de la Falange y fotos con famosos

Netflix ha estrenado este viernes una docuserie acerca de la vida de César Román, empresario y estafador condenado por el asesinato de Heidi Paz en 2018

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César Román, conocido como el 'Rey del Cachopo' (Europa Press)
César Román, conocido como el 'Rey del Cachopo' (Europa Press)

Netflix ha estrenado recientemente la docuserie El Rey del Cachopo, que narra la historia de César Román. Desde el próximo 10 de mayo, los clientes de la plataforma podrán conocer en profundidad el caso de este empresario y extorsionador, condenado por el asesinato y descuartizamiento de su pareja Heidi Paz en 2018. Dirigida por Román Parrado, la serie contará con tres episodios que revelarán detalles inéditos del caso con declaraciones desde la cárcel del propio César Román y testimonios nunca antes vistos de Gloria Francis Bulnes, madre de la víctima.

César Román, estafador y empresario

César Román Viruete, nacido en Madrid en 1973, tuvo su fuente de éxito en la hostelería madrileña. En 2016 abrió su primer negocio, A Cañada Delic Experience, un restaurante con comida típica del norte de España. El plato estrella del local le otorgó su conocido apodo como “el Rey del Cachopo”. Durante este periodo, Román consiguió a adquirir cierta notoriedad pública, apareciendo en programas de televisión y abriendo hasta cinco locales más del mismo negocio, impulsando una franquicia y adquiriendo un local más grande en el barrio de Lavapiés. Durante su juventud, antes de darse a conocer por su éxito empresarial, Román militó y desempeñó cargos organizativos en diversos partidos vinculados a la extrema derecha como la Falange Española de las JONS. También participó en el departamento de prensa de Centro Democrático Social (CDS).

Una vez despuntó su restaurante, Cesar Román se hizo conocido el ámbito de la alta cocina de Madrid por su involucramiento en diversas estafas, manipulando la concesión de premios que en realidad nunca ganó. Un ejemplo de esto fue el supuesto galardón al Mejor Pulpo de la Feria de la Comunidad de Madrid, que nunca existió y cuya falsedad fue expuesta por un reportaje periodístico. Viruete también organizó un concurso propio en el que se autoproclamó “Rey del Cachopo” en 2016, título que posteriormente se reveló como otro fraude. Tras acumular pruebas en su contra de que estos premios obtenidos eran amañados, sus restaurantes cerraron al no poder afrontar los pagos a proveedores.

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Para promover sus establecimientos y su imagen, recurrió a una estrategia de marketing basada en aparecer en fotografías junto a famosos del mundo del espectáculo, como vedettes, músicos y personalidades del cine y la televisión. Esta táctica de promoción logró un nivel de notoriedad tal que le permitió expandir su negocio con la apertura de su cuarta sidrería en Madrid el 6 de abril de 2018. Durante este periodo, contrató como camarera a Heidi Paz, una joven hondureña de 25 años con quien Román entabló una relación sentimental.

Crimen y detención

En junio de ese mismo año, Paz decidió poner fin a la relación con César Román. El 23 de julio, la joven desapareció oficialmente, y siete días después lo hizo César Román. Fue el 13 de agosto cuando apareció el cadáver sin vida de Heidi Paz, cuyo cuerpo había sido descuartizado y mutilado, en una maleta ubicada en una nave propiedad de Román. La policía sospechó inmediatamente de él, por lo que fue puesto en busca y captura de inmediato.

El 16 de noviembre César Román fue detenido en un restaurante de Zaragoza, donde se había ocultado durante los últimos meses. Se encontraba trabajando en el establecimiento con un nombre falso, suplantando la identidad de un venezolano. Había intentado ocultarse cambiando su aspecto físico; llevaba la cabeza rapada con una barba inusual para él, y había adelgazado unos diez kilos.

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La trama en torno a César Román tomó un giro, poco después de ser encarcelado, decidió emprender acciones legales ante el Tribunal Constitucional. Román argumentó que se habían cometido “violaciones de derechos fundamentales durante su proceso judicial”, señalando como fundamentos principales la difusión del juicio a través de streaming y las deficiencias detectadas en el informe de la Policía Científica relativo al ADN de la víctima.