Para los conocedores y expertos en Wim Wenders, “Perfect Days” es un regreso glorioso en la filmografía de este director alemán, responsable de clásicos del séptimo arte como lo son “Paris, Texas” y “Wings of Desire”. Para mí, es una invitación a escabullirme en su obra, de la cual anteriormente solo pude ver “Tokio Ga”, un particular documental filmado en Japón durante los años ochenta.
La cinta “Perfect Days” nos narra la historia de Hirayama, un hombre de mediana edad que se dedica a limpiar los 17 baños públicos que conforman el proyecto Tokyo Toilet, de The Nippon Foundation. Cada recinto fue diseñado por variados arquitectos japoneses, y nuestro protagonista es el encargado de hacer el aseo de estos espacios. Durante gran parte del metraje veremos a Hirayama realizando sus labores con mucha dedicación, al igual que su rutina diaria que consiste en regar sus plantas, desayunar un café, escuchar un cassette en su auto, almorzar en el parque y fotografiar árboles, por la tarde darse una ducha en los populares sento, cenar en el mismo boliche de siempre y leer un libro antes de dormir.
Wenders nos introduce en el rutinario mundo de Hirayama, un universo de actividades cotidianas y sencillas que a vista de cualquier mortal pueden no tener valor (como la rutina misma, tan despreciada en nuestros días), pero para este hombre son parte fundamental de su vida. Canciones como “The House Of The Rising Sun” de The Animals o “Brown Eyed Girl” de Van Morrison son la compañía de este personaje en su camino al trabajo, y nos hablan de la mente de este personaje tan entrañable, en parte por la impecable interpretación de Koji Yakusho, icónico actor nipón que llena de calidez a Hirayama en cada escena.
El protagonista de “Perfect Days” lleva una vida en silencio; siempre está tranquilo y feliz, mientras la película avanza como si no tuviera el apuro ni la necesidad de agregar elementos de la estructura dramática de cualquier película, como lo son un conflicto o una fuerza antagónica. Nada, todo se desenvuelve con absoluta normalidad. Recién pasada la primera hora del film podemos encontrar un nuevo personaje que agrega ciertas emociones a la historia, pero Wenders no está preocupado de acoplarse a lo que dictaría una historia cinematográfica convencional, al contrario, dentro de la calma y contemplación es donde revela sus mayores virtudes como director, aprovechando el talento de su actor protagónico, el paisaje moderno de Shibuya (barrio ubicado en el oeste de Tokio) y una banda sonora de lujo con Patti Smith, The Rolling Stones y Lou Reed, entre otros.
“Perfect Days”, estrenada y distribuida oficialmente a través de MUBI, es un viaje para descubrir lo importante y lo trascendental en nuestros corazones, una guía espiritual sobre cómo encontrar la perfección en la cotidianeidad y valorar lo que somos, aunque advierto: puede ser un visionado no recomendable para todos, y más de alguno se aburra en el trayecto. Adictos a la adrenalina y los montajes frenéticos, favor abstenerse.
