Pedro Sánchez: ¡la encrucijada del poder!

Turazzini, Sánchez

«Dí siempre la verdad, así no tendrás que recordar lo que has dicho». Mark Twain

Domingo 12 de mayo, adentrada la noche electoral me encontraba en directo desde el plató de OKDIARIO cuando confirmo para los espectadores tras ser informada por mi equipo de Blackbird Research que la bomba había explotado tras el escrutinio electoral: Puigdemont se disponía a dar sus declaraciones tras la apabullante victoria de Salvador Illa en las elecciones catalanas de 2024. Cito textualmente: “No es tanta la distancia entre el PSC y nosotros, como la que el PSOE tiene con el PP en Madrid”, una clara declaración de intenciones hacia el líder socialista Pedro Sánchez. Si tu eres presidente del Congreso habiendo perdido las elecciones generales, yo quiero ser president de la Generalitat de Catalunya. Blanco y en botella, quien siembra vientos, recoge tempestades, dando pistoletazo de salida a la verdadera disputa entre el político forjado en el bulo y la mentira con sus cambios de opinión y el venido a más cobarde de manual que se fugó en el maletero de un coche y suspendió la declaración de independencia con un discurso entre provocador y decadente: – ¡es prometedora! Y la pregunta del millón… A ver cómo le explica Pedro Sánchez a Carles Puigdemont que alguien que ha perdido las elecciones puede gobernar. ‘Benvinguts a la meva tribuna d’opinió’.

Aúllan los voceros ‘sanchistas’ que su líder Pedro Sánchez ha logrado amordazar el independentismo tras la derrota electoral de estas pasadas elecciones catalanas, y es que el rodillo independentista que permitió el choque de legalidades con la aprobación de la Ley de transitoriedad, así como un gobierno independentista, ha perdido su mayoría parlamentaria derrotando de manera definitiva el denominado ‘procés’ tras 12 años en los que Catalunya ha vivido al amparo de un sueño para unos y una pesadilla para otros. Lo cierto es que el procés ha traído de la mano crispación, desorden y abandono de un proyecto político. Finalmente, el proyecto “independencia o res”, ha terminado en eso “res” (nada). Sin embargo, lejos de catapultar a Sánchez como el artífice del fin del separatismo, la interpretación correcta de los datos es ampliamente contraria. Es decir, que la autonominación de Puigdemont en el debate de investidura es un claro reflejo de que en realidad lejos de aplacar al independentismo, Pedro Sánchez ha logrado resucitar políticamente a Carles Puigdemont, y ahora las tornas han cambiado. Puigdemont permite y decide en el Congreso y Puigdemont permitirá y decidirá en el Parlament. ¿Lo dudan?

ERC había comentando internamente que 27 escaños era el umbral del desastre electoral de Pere Aragonés, pero ni en sus peores previsiones pensaban en un resultado electoral tan desastroso, ¡20 escaños! Un fruto que bien pensado es malo para todos; para ERC, para JxCAT y para el PSOE-PSC. El descalabro de ERC no permite un tripartito ni una mayoría independentista, pero que Junts haya ganado las elecciones independentistas es revelador. Y es que el voto independentista radical ha castigado la moderación y no lo contrario, y por este motivo considero que Sánchez ha fracasado en su intento de seducir a los catalanes acerca de que la concordia y la convivencia se recuperen con indultos y amnistías. El pueblo catalán, al menos la mitad independentista, quiere o bien un referéndum o incluso, la vertiente más radical, la aplicación del resultado del 1 de octubre. En mi opinión, la aplicación del artículo 155 y las consecuencias legales fueron las que detonaron las ambiciones soberanistas y si bien es cierto que la crispación y negativa continuada hacia las aspiraciones nacionalistas de Catalunya y País Vasco deben de ser tratadas como un problema político y desde la diplomacia, queda claro que la intención de Pedro de autoproclamarse como el líder que terminó con el independentismo, me parece si más no bastante dudosa.

Tal es así, que ahora la aritmética parlamentaria le hace un flaco favor al sanchismo. ¿Será capaz Sánchez de vender a Salvador Illa a cambio de seguir en el poder? Obviamente todos pensaremos aquello de… ¡No será capaz! Pero estamos hablando de Pedro Sánchez, señoras y señores, un hombre que se ha forjado en el poder llevando a cabo lo que para cualquier otro sería una línea roja. Dicho de otro modo, mintiendo y a cualquier precio económico y moral. Y es que el circo mediático del Gobierno de España no tiene fin en su programación de eventos y qué mejor que las fiestas de San Isidro de mi querida Madrid para tener nuevamente de qué hablar, y esta vez déjenme adivinar… ¿De Carles Puigdemont? Y es que queridos míos, si el PSC quiere gobernar deberá elegir entre pactar con VOX o pactar con Junts, ¿cuál será su derecha favorita esta vez? Karma, le llaman.

ERC ya ha renunciado a su rol de gobierno marcando el camino de la oposición. Aragonés sabe que si permite el tripartito sus votantes seguirán castigando su constitucionalismo, y si hace posible la investidura de Puigdemont se enfrentará a su ideología de izquierdas. Así que lo mejor es hacer lo que Esquerra siempre ha sabido hacer, huir con el rabo entre las piernas y oye, mañana es otro día. Fuera de la órbita ERC, la posibilidad de que se abstenga y de que el Sr. Illa pueda gobernar en segunda vuelta es sin duda un escenario si más no dantesco. Y aquí está la Turazzini para recordarles que ERC ha gobernado en minoría a un coste político que queda claro tras este resultado electoral, ya que fue Junts precisamente el que ha dinamitado el gobierno imposibilitando los presupuestos. De esta manera, no le queda otra al sanchismo que decidir y ser decisivo. O pacta con VOX para un gobierno de unidad constitucionalista o pacta con JxCat haciendo realidad un nuevo meme en Twitter (X) con el “traeré a Carles Puigdemont ante la justicia”, pasando por la amnistía y los indultos, y terminando con Puigdemont en la presidencia de la Generalitat. Ay Pedro, sólo te queda ir a buscarlo a Waterloo en el Falcon que te has apropiado…

La remota posibilidad de que Salvador Illa gane en segunda vuelta sería indiscutiblemente una victoria agridulce, puesto que en realidad Puigdemont seguiría siendo el gran beneficiado presionando con su apoyo envenenado al PSOE en el congreso y en el parlament, lo cual le exige a Sánchez en estos momentos que la única opción de liquidar políticamente a Carles Puigdemont pase por convocar elecciones en Catalunya y por ende, en España.

En cualquier otra hipótesis, el que gana siempre es Puigdemont. Puesto que si ERC se ha hundido en las urnas como consecuencia de su moderación, está claro que unas nuevas elecciones con la narrativa de derrocar el gobierno de España, haría arrasar a Carles en las urnas. Así que pase lo que pase queridos, el gran ganador de esta partida se llama Carles Puigdemont. ¡Gracias Pedro!

Y llegados a este punto amigos míos, hoy tengo plena certeza de que todos estamos ciegos, somos ciegos que pueden ver, pero que no miran. ¿No estáis viendo en vuestras narices que la política es el arte de disfrazar de interés general el interés particular? Sobre una clara base: puedes tener lo que quieras si sacrificas todo lo demás. Lo que hoy realmente te quiero recordar, a ti que estás del otro lado, es que no hay nada que no tenga un precio, así que antes de luchar más vale que pienses lo que estás dispuesto a perder. A menudo si se nos elige a nosotros y no al contrario el sacrificio puede ser mayor de lo que podemos soportar y precisamente las conductas de un político suicida como lo es Pedro Sánchez solamente pueden provocar un efecto mariposa de consecuencias imprevisibles que dejan al relator de los bulos y de la máquina del fango en una tremenda encrucijada llena de sanguijuelas al acecho de un paso en falso que les haga saltarle a la yugular. Pedro, estoy deseando ver cómo convences a Carles de que el perdedor de las elecciones no puede gobernar. Ya lo ven, nada hay nuevo bajo el Sol… Pero cada acto o cada cosa tiene un precedente en el pasado. ¿Será este el tuyo Sánchez?

Gisela Turazzini, Blackbird Bank Founder CEO.

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