Francia está en estado de shock tras la fuga de un líder narco que terminó con un saldo de dos agentes penitenciarios asesinados y una ola de indignación social ante el avance del tráfico de estupefacientes.
El gobierno de Emmanuel Macron emitió un alerta mundial a través de Interpol como parte de las medidas para dar con el paradero de Mohamed Amra, de 30 años, el hombre condenado por actividades vinculadas al crimen organizado que se fugó gracias al violento ataque ocurrido al norte de Francia, que además de dos muertos dejó un saldo de tres heridos.
El incidente conmocionó a la sociedad francesa en línea con la creciente violencia desatada de una "nueva generación" de narcotraficantes en Francia. Además, ocurrió en medio de la campaña electoral para el parlamento europeo y contribuyó al discurso de la derecha y la ultraderecha que se opone al oficialismo, que dispuso un operativo "sin precedentes".
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Cómo fue el ataque
El ataque tuvo lugar en un peaje cerca de Incarville, en la región norteña de Normandía, mientras la camioneta penitenciaria se dirigía de regreso a la prisión de Évreux desde el tribunal de Ruán, donde lo volvieron a juzgar por haber intentado escaparse de la prisión en un primer intento.
Amra, de 30 años, contaba con un historial delictivo que incluye 13 condenas anteriores pero no era considerado un recluso que requería máxima seguridad. Finalmente logró escapar junto con sus cómplices luego de que hombres armados embistieran el vehículo y abrieran fuego contra los agentes penitenciarios que lo trasladaban.
La fiscal de la ciudad de París, Laure Beccuau, reveló que Amra estaba detenido de manera preventiva por casos que incluyen complicidad en asesinato en banda organizada y secuestro, entre otros.
Durante su breve estancia en la prisión de Évreux, se descubrió que los barrotes de la celda de Amra habían sido limados con una sierra, según reveló la fiscal. Este detalle, en tanto, sugirió una planificación meticulosa por parte de Amra y sus cómplices para llevar a cabo la fuga, según la hipótesis oficial.
"Es bastante incomprensible. Me cuesta imaginar que este chico pueda estar implicado" en el asalto, comentó por su lado el abogado de Amra, Hugues Vigier, a BFMTV.
El operativo de búsqueda
El ministro de Justicia, Éric Dupond-Moretti, prometió una acción rigurosa para capturar a los responsables, describiendo el ataque como un acto de violencia sin sentido. "Haremos todo lo posible para encontrar a los autores de este despreciable crimen", aseguró, señalando que este es el primer incidente desde 1992 en el que un funcionario de prisiones muere en el ejercicio de sus funciones.
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El ministro del Interior de Francia, Gérald Darmanin, enfatizó la magnitud "sin precedentes" de las operaciones de captura de Amra, conocido a nivel local como "Le Mouche" (la Mosca, en francés). En tanto, anunció que "más de 450 agentes" fueron desplegados en la zona del incidente.
"Gracias a un gran número de rastros judiciales, esperamos que en los próximos días se pueda detener al prisionero fugado, pero también a la banda de asesinos que lo acompaña", agregó Darmanin, destacando la determinación del gobierno francés para llevar a los responsables ante la justicia.
Los antecedentes de "La Mosca"
Mohamed Amra, apodado “la Mosca”, tenía 13 condenas anteriores. La más reciente fue por robo el 7 de mayo, cuando fue condenado a 18 meses de cárcel, mientras que anteriormente había sido acusado de “secuestro con resultado de muerte”, según informó la fiscalía.
Según información de medios franceses, los cargos contra Amra estaban relacionados con la muerte de un hombre que había recibido un disparo en la cabeza y había sido abandonado en el baúl de un coche, que luego fue quemado en Marsella, en el sur de Francia, otro de los puntos del mapa del narcotráfico.
También fue interrogado en relación con un intento de asesinato, en un caso separado en Saint-Étienne-du-Rouvray, cerca de Rouen, en el noroeste del país, en 2021.
Según los informes, hace tres días intentó escapar de la prisión de Évreux limando los barrotes de la ventana de su celda pero fue capturado y puesto en un régimen de aislamiento. A pesar de sus antecedentes, no se consideraba que estuviera entre los reclusos que necesitaban el más alto nivel de seguridad.
Amra, por su parte, no estaba clasificado como “detenido especialmente supervisado”. Pero su nivel de vigilancia había sido reevaluado recientemente a “Escolta 3”, un nivel que induce a más guardias penitenciarios a supervisarlo durante sus viajes.
Ola de indignación por el narcotráfico en Francia
El ataque generó una ola de indignación entre los agentes penitenciarios, quienes observaron un minuto de silencio en memoria de sus colegas que murieron en funciones. En paralelo, los sindicatos que agrupan a los trabajadores de las cárceles lanzaron una operación "prisión muerta" en señal de protesta, suspendiendo las actividades de los presos en varios centros.
En este contexto, los sindicatos de prisiones piedieron medidas adicionales de seguridad, como el fomento del uso de la videoconferencia para reducir los traslados entre prisiones y tribunales, así como una revisión exhaustiva de los sistemas de escolta.
En ese contexto, la oposición de derecha y extrema derecha francesa criticó la supuesta "falta de firmeza" del gobierno liderado por Emmanuel Macron, del partido Renacimiento. La candidata ultraderechista Marion Maréchal y su rival de derecha François-Xavier Bellamy, aprovecharon el momento que sacudió al oficialismo.
En lo que puede interpretarse como un uso político del fatídico hecho, acudieron a las cárceles y denunciaron la "impotencia pública" frente al asesinato de los agentes y el avance del narcotráfico en el país galo, además de que pidieron medidas más contundentes.
A medida que avanza la investigación y el operativo de búsqueda, el suceso continúa conmocionando a la sociedad francesa y puso de manifiesto la creciente violencia descontrolada de una nueva generación de narcotraficantes en Francia, marcando un "nuevo nivel" de peligro, según expertos y policías consultados por AFP.
CD / Gi