Fiona Pittaluga: el Festival de Cine de José Ignacio y las películas amables al espectador
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Cine
El cine y el velero

Fiona Pittaluga: el Festival de Cine de José Ignacio y las películas amables al espectador

Del 14 al 20 de mayo, el JIIFF está en el Festival de Cannes, llevando el cine uruguayo al mundo y fortaleciendo su imagen.

14.05.2024 15:06

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2024-05-14T15:06:00-03:00
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Por Federica Bordaberry

Durante diez días en enero, desde 2011, en José Ignacio hay un festival de cine de acceso gratuito. Un festival que empezó en 2008 con un cineclub y que, después, pasó a la bajada de los pescadores. Ese festival tiene el nombre de José Ignacio Film Festival, o JIIFF, y su primera proyección fue Yo maté a mi madre de Xavier Dolan. 

"El cine que considero más importante es ese tipo de cine, que es como un lugar en el medio, que es una muy buena película, pero amable al espectador común", dice Fiona Pittaluga, cofundadora, directora y programadora del JIIFF, desde un velero en el festival de cine de Cannes a LatidoBEAT.

Allí se encuentra porque, del 14 al 20 de mayo, el JIIFF estará en Cannes, haciendo presencia en nombre de Uruguay y fortaleciendo no solo al cine nacional, sino los lazos que este tiene con el cine del resto del mundo.

Con el tiempo, el JIIFF pasó de ser un festival que proyectaba películas, a un evento clave en la industria audiovisual uruguaya. No solo creció en cantidad de días, sedes y películas programadas, sino que actualmente cuenta con una Competencia de Largometrajes Internacionales y una Competencia de Cortometrajes Uruguayos, con el Working JIIFF, un espacio de industria, ¡Corte!, el laboratorio de cine para chicos y el Programa Benefactors. 

Arriba del Alhambra, es el segundo año que el JIIFF está presente en el puerto de Cannes (frente al Palacio de Festivales y Congresos de Cannes), con su equipo instalado allí durante una semana. Pero, ahí, además, la Agencia de Cine y Audiovisual de Uruguay (ACAU), presidida por Facundo Ponce de León, tendrá su espacio de oficina para generar encuentros de coproducción y alianzas estratégicas con delegaciones de otros países como España, Italia, Alemania, Bélgica, México, Colombia y Brasil, entre otros.

También se celebrarán las avant premiere de las dos películas uruguayas minoritarias que participan en la Semana de la Crítica y la Quincena de Realizadores del festival internacional. Como es costumbre, os cofundadores y programadores de JIIFF, Fiona Pittaluga, Mariana Rubio Pittaluga y Pablo Mazzola, participarán de exhibiciones y presentaciones de películas para escoger los títulos que se proyectarán en su edición especial de verano que celebrará 15 años de historia.

Y, además, sucederá esto: el principal evento a bordo incluye la presentación del Fondo Pfeffer del Sur que otorgará un premio de 50.000 dólares a un proyecto iberoamericano de largometraje de ficción seleccionado para formar parte en JIIFF Lab.

Toda esta aventura empezó con un cineclub por allá en 2008. Ahora, el JIIFF no es solo un festival de películas, sino que es parte de la industria audiovisual con elementos como competencias de cortos, instancias de formación, ahora el lanzamiento de un fondo iberoamericano. ¿Cuándo tomaste conciencia de que el JIIFF se volvió un actor cultural?

Fue a los 10 años que se sintió como un festival que empezó a tomar una dimensión relevante a nivel local e internacional. En ese entonces, arrancamos también con las secciones paralelas, tanto la competencia de cortos como Working JIIFF. Ahí fue que se sintió súper fuerte la relevancia de la industria nacional y empezamos a potenciar también a la industria internacional.

¿Qué mirada del cine tenés tú?
Me gustan todo tipo de películas. El cine que siento que es mejor realizado es el de autor, no tan de nicho. Cuando son películas de nicho, que por ahí a mí me pueden gustar, en blanco y negro, de tres horas, pero te estás perdiendo una gran masa de espectadores que no vas a llegar a ellos. Entonces el cine que considero más importante es ese tipo de cine, que es como un lugar en el medio, que es una muy buena película, pero amable al espectador común.

¿Para qué hacer cine en un mundo donde prácticamente todo está registrado por una cámara?

Porque es muy diferente lo que puede registrar cualquier persona con una cámara sin una mirada o algo para decir. En el cine estás diciendo algo, contando una historia, armando plano a plano, exactamente muy pensado cómo querés que se vea. Cada plano dice muchas cosas, además de los diálogos.

El JIIFF hace un recorrido por festivales clave en la industria del cine como el Berlinale, el Sundance, el de Venecia, Locarno, San Sebastián y Cannes, ¿cómo han logrado colaboraciones con Cannes, por ejemplo, con el Marché du Film del Festival de Cannes y con el Short Film Corner, también de Cannes?

Con el Marché du Film se dio en la primera instancia que hicimos de Working JIIFF, en 2019. En esa época el director de Marché du Film era Jérôme Paillard y justo estaba en Argentina haciendo Ventana Sur en diciembre. Conseguí el contacto de él a través de mi tío, que vivió mucho tiempo en Francia, y le escribí para invitarlo a José Ignacio. Así generamos esa primera instancia en una reunión informal, fuimos a comer a La Huella, lo agasajamos y quedó muy contento con lo que hacíamos y con el lugar. En diciembre del otro año surgió entonces la primera alianza con el Marché du Film.

Luego, con el Short Film Corner, la historia comenzó con la competencia de cortos. Nos parecía que el mejor premio era que el ganador de ese desafío pudiera ir al Festival de Cannes. Nosotros logramos viajar más tarde de lo que nos hubiese gustado y sentimos que era fundamental tener esa experiencia para el futuro de cada realizador o cualquier persona de la industria. Sabíamos

que el Short Film Corner tenía estas collections y alianzas con festivales y otras instituciones, entonces le escribimos a su directora Camille e, increíblemente nos dijo que sí, que le gustaba la idea de la colaboración para mostrar el cine de Uruguay.

Eso era en 2020 ya, pero desde el año pasado que el JIIFF se instala durante seis días en un barco en el puerto de Cannes, ¿por qué Cannes y no otros festivales?

Pensamos también en otros festivales, pero hay algo particular de Cannes, que es el festival más importante y es donde arranca un poco nuestra temporada oficial de búsqueda de películas. Cannes tiene un perfil muy parecido a las películas que nosotros proyectamos y tiene el mercado de industria más grande. Aquí están todos y, a su vez, Cannes tiene un espíritu muy similar a José Ignacio: el puerto, el barco, la playa, hay algo de ese espíritu local que nos gusta mucho.

Hay un vínculo evidente entre Cannes y el JIIFF, que es la cercanía con el mar, ¿por qué mar y cine? El JIIFF podría hacerse, por ejemplo, en Montevideo, sin embargo tiene como sede ese pueblito de pescadores, que ya no es tan pueblito, pero que está frente al mar.

Justamente hablaba de ese paralelismo. ¿Por qué mar y cine? En realidad, el José Ignacio International Film Festival no podría hacerse en Montevideo porque, ya desde su nombre, indica que fue algo inspirado en José Ignacio y creado para José Ignacio. Es un lugar al que le tengo mucho cariño, pero que además es muy especial. Creo que siempre en los lugares especiales es donde se generan las cosas más interesantes. Y esa onda tan rústica, pero linda, que tiene José Ignacio te motiva, te inspira para generar proyectos, para generar contactos. El lugar tiene todo.

Van a estar lanzando un fondo iberoamericano para producción de cine. Es decir, van a estar aportando a que se hagan películas en una industria tan cara a la hora de hacer. ¿Cómo va a funcionar el fondo? Es un tema para nada menor en el cine uruguayo.

Para diseñar el Fondo Pffefer del Sur nos inspiramos en cómo funciona World Cinema Fund. Lo que hacen ellos es que se puede presentar cualquier productor de una lista de países, pero si lo gana se tiene que asociar con un productor alemán y el que recibe el fondo es ese productor alemán. Ese modelo nos pareció muy interesante porque nosotros queríamos abrirlo a Iberoamérica, por eso es un premio dentro de la sección JIIFF Lab, que incluye la apertura de convocatorias para luego seleccionar entre seis y ocho proyectos. Después hay premios, entre ellos ahora el fondo. El hecho de pensar en Iberoamérica es porque nos interesa esto de generar un semillero de proyectos en Uruguay; que el exterior venga a buscar a nuestro país, tanto los iberoamericanos para participar de los talleres y ganar el fondo, como el mundo en general para coproducir. También queríamos dejar algo en Uruguay. Entonces, si lo gana un uruguayo, ya está, pero si lo gana otro productor iberoamericano, se tiene que asociar un productor uruguayo, que será quien reciba el premio.

¿En qué podría mejorar el cine uruguayo, que lo haría crecer como industria?

Por suerte la industria en Uruguay está muy bien, estamos en un gran momento. Ahora en Cannes hay dos películas con producción minoritaria uruguayas. También sentimos que el ACAU tiene un gran equipo que se está poniendo la camiseta para intentar hacer lo mejor con lo que tiene, tanto para crecer con más fondos como para producción de películas y otras áreas que para nosotros son muy importantes, como la distribución y la exhibición. Esto puede ser en ámbitos privados o públicos, también. Por ejemplo, el fondo que nosotros estamos dando es privado, si no me equivoco, el más grande de Latinoamérica.

Pasando a la selección que hacen de películas para después poner en JIIFF, ¿qué es lo que busca la programación de JIIFF en una película?

Retomando un poco lo que decía antes, tiene que ver con mi mirada del cine. Buscamos buenas películas que impacten, que tengan una mirada, que sean de autor, pero que también sean amables con el espectador en un festival de verano al aire libre, aunque ahora también tenemos proyecciones en lugares cerrados. Son pocas esas películas, por eso vemos mucho cine durante todo el año. Es un desafío todo ese proceso de selección porque intentamos que haya variedad de países y de estilos.

Por Federica Bordaberry