El atractivo de las divisas de los 10 países más industrializados se basa en parte en la creencia de que están preparadas para grandes movimientos, especialmente por cambios de visión de los bancos centrales y posibles sorpresas electorales. Foto: Soichiro Koriyama/Bloomberg
El atractivo de las divisas de los 10 países más industrializados se basa en parte en la creencia de que están preparadas para grandes movimientos, especialmente por cambios de visión de los bancos centrales y posibles sorpresas electorales. Foto: Soichiro Koriyama/Bloomberg

La Reserva Federal da marcha atrás en sus planes de recortar las tasas de interés, Japón apuntala el yen, los banqueros centrales británicos están divididos y Suecia y Suiza ya están relajando su política monetaria.