La mayoría de niños con altas capacidades tienen asincronía en su desarrollo: qué es y qué implica
Una característica relacionada con las altas capacidades, como la alta sensibilidad, es la asincronía, el desequilibrio entre las distintas áreas del desarrollo. Esto es lo que implica.
Cuando una persona se desarrolla en todas sus áreas de forma homogénea se habla de sincronicidad. Se debe producir por igual a nivel físico, mental, emocional, social y demás áreas de la persona. Pero esto no ocurre en todos los casos, y es recurrente en los niños y niñas con altas capacidades que se produzca un desarrollo que no es lineal ni en paralelo de todas las áreas.
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Esto es lo que se describe como asincronía, que define el desequilibrio en el desarrollo cognitivo, emocional, motriz o social. También puedes leer de disincronía, sinónimo en el campo de las altas capacidades de asincronía, aunque es un término que se utiliza menos.
Explican los seis expertos de distintos campos médicos y científicos que firman este artículo científico titulado 'El Desarrollo Asíncrono de los Niños Superdotados' que el término “desarrollo asincrónico” es para muchos autores una característica de las altas capacidades intelectuales.“En términos concretos, el desarrollo asíncrono significa que los niños superdotados -particularmente aquellos que son más altamente dotados- tendrán variaciones sustanciales en habilidades en sí mismos”, señalan en el artículo, citando a diversos autores que ya hablaban de asincronía en niños y niñas de altas capacidades en los años noventa y dosmil.
Si bien entonces se usaba más el concepto superdotación, hoy en desuso en comparación con el de altas capacidades intelectuales. Algo parecido apuntan desde Psise, el centro Psicólogos Infantiles Madrid, en este artículo divulgativo con referencia a muchos autores que trabajaron la asincronía en las altas capacidades.
Niña con altas capacidades
Citan, por ejemplo, a Heller, que en el año 2005 afirmó que “las altas capacidades son un factor que trae consigo un elevado grado de riesgo para un desarrollo armonioso”.
En el artículo anteriormente citado, se ponen varios ejemplos concretos para entender lo que la asincronía en el desarrollo significa: “Los niños superdotados no se desarrollan homogéneamente a través de diversas áreas de habilidades, al contrario de la creencia común. No es inusual, por ejemplo, para un niño superdotado de siete años leer al nivel ocho, pero las habilidades en matemáticas pueden estar al nivel seis, y sus habilidades motoras pueden estar al nivel segundo”, exponen.
Los seis autores, entre los que hay psicólogos, neuropsicólogos y pediatras, profundizan en la explicación de la asincronía a través de más comparaciones. “Por ejemplo, sus habilidades intelectuales pueden ser muy avanzadas, pero sus habilidades motoras y sociales pueden estar mucho más atrás. O puede que muestren habilidades precoces con los puzzles o las máquinas, pero ser normales en sus habilidades de lenguaje o de matemáticas. O que su juicio quedará oculto detrás de su inteligencia”, señalan.
La asincronía en altas capacidades puede ser un motivo de vulnerabilidad en los menores superdotados, tanto como su intensidad o alta sensibilidad, otros rasgos propios de estos menores.
Así lo explican desde Psise, citando a dos autores más, Bailey (2011) y Peterson (2009): “Se ha afirmado que características específicas de intensidad, sensibilidad o desarrollo asincrónico podrían estar asociadas con las altas capacidades, y que todas ellas podrían incrementar la vulnerabilidad de estas personas”.
Esta asincronía, especialmente en los casos en los que no se detecta y trabaja desde la infancia, puede prolongarse a la vida adulta, aunque no se puede generalizar al respecto.
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Tipos de disincronía
Otro autor, Terrassier, realiza una interesante clasificación de la asincronía o disincronía en las altas capacidades. Habla de dos tipos: externa o social, e interna.
- La externa ocurre cuando un menor con altas capacidades experimenta un desequilibrio entre su desarrollo emocional y su entorno social. Puede darse en la escuela, donde su desarrollo cognitivo puede ir por delante de sus compañeros; en las relaciones sociales, donde puede tener consecuencias negativas derivadas de la asincronía; o en el ámbito familiar, si la familia no sabe responder a las necesidades del niño o niña con altas capacidades.
- La interna, en cambio, tiene que ver con los desarrollos del menor en distintas áreas de su personalidad y de su capacidad física. Es el desequilibrio que se produce entre la parte emocional, la intelectual y la física o motora. Ocurre, por ejemplo, cuando el desarrollo motor es el propio de su edad, pero no así su desarrollo mental, o cuando desarrollan antes la capacidad de razonar que el lenguaje, que es el que permite expresar aquello que razonan.
Por último, también define Terrassier una asincronía interna entre la parte intelectual y la afectiva, cuando no son capaces de asumir la inmadurez emocional que choca con su capacidad de razonamiento y reflexión.
Niño de altas capacidades leyendo con su padre
En resumen, la asincronía en el desarrollo de los niños con altas capacidades, marcada por desequilibrios entre diferentes áreas cognitivas, emocionales y sociales, presenta un desafío significativo para su bienestar integral. Este fenómeno, reconocido por expertos como un factor común entre los niños superdotados, puede generar vulnerabilidades a lo largo de su vida si no se aborda adecuadamente desde la infancia.
Es esencial comprender y atender tanto la asincronía externa, que afecta las interacciones sociales y el entorno escolar, como la interna, que implica desequilibrios entre aspectos emocionales, intelectuales y físicos. Esta comprensión proporciona una base crucial para el apoyo efectivo y la promoción del bienestar de estos niños excepcionales en su desarrollo.
