A veces es necesario irse a un lugar remoto en el mundo para conseguir desconectar de todo. La rutina del día a día, situaciones inesperadas o simplemente ganas de vivir una aventura diferente y emocionante al mismo tiempo y donde la naturaleza (y el diseño) es la protagonista. Es entonces cuando aparecen hoteles muy especiales, ubicados en islas remotas, donde uno se siente que vive en un mundo paralelo. Lugares donde cada día es diferente, donde uno diseña su rutina y donde recargar las energías al máximo.
Y para que la búsqueda sea fácil y no haya excusas válidas para no guardarse esos días para uno mismo, te traemos tres propiedades que generan un WOW nada más verlas.
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Kisawa, un hotel espectacular en Mozambique.
Kisawa Sanctuary
Kisawa La remota isla de Benguerra, ubicada en Mozambique, ha sido el lugar donde la princesa Nina Flohr ha decidido fundar su santuario de paz: Kisawa NJF Design , y que ha buscado apostar por la sostenibilidad, la artesanía local
Las habitaciones de Kisawa son auténticas casas decoradas con todo lujo de detalle.
Kisawa Sanctuary
Las habitaciones son bungalows, pero no unos cualquiera, auténticas casas donde no falta detalle alguno. Se distribuyen en residencias a lo largo de cinco kilómetros de cosa y 300 hectáreas de bosque frente a la playa de Benguerra. Y cada uno ha sido amueblado de forma única e individual, todos con su propia infinity pool y un área de día frente a la playa, con cocina al aire libre, cabaña y un equipo de servicio. A ello le sigue un restaurante, una terraza principal con su gran piscina y un centro wellness con una oferta inolvidable de tratamientos. Sin olvidar su jardín donde cada día permite cultivar mayor número y variedad de especies. Un auténtico santuario de paz.
Isla Palenque, una isla privada transformada en hotel en Panamá.
Isla Palenque
Isla Palenque Panamá, uno de los países más emblemáticos de Centroamérica, esconde una isla privada convertida en su totalidad en un hotel. O más bien, en un auténtico paraíso. Isla Palenque la isla es un santuario de la naturaleza que alberga 160 hectáreas de selva enmarcadas por 7 playas vírgenes y una serie de senderos silvestres, espacios ocultos y un exclusivo resort sostenible.
La mayoría de la superficie de la isla se mantiene como Reserva Natural, por lo que las principales actividades y experiencias a disfrutar van desde caminatas, excursiones en kayak o paddle surf a la pesca, observación de aves y mucho más. A ello se le unen 8 casitas de lujo frente al mar , escondidas entre palmerales con un camino privado directo al océano. Cada una de ellas ha sido diseñada teniendo en cuenta la vida interior y exterior para sentirse parte de la natura en todo momento.
La villa privada de Isla Palenque es un auténtico oasis de paz.
Isla Palenque
Una villa privada con 6 habitaciones complementa las casitas. El lugar ideal para disfrutar en familia o con amigos y vivir unos días de desconexión total con todo lujo de detalles. Ubicada también frente al mar, se encuentra escondida entre árboles centenarios y se asoma a las cálidas aguas de Playa Primera . También dispone de piscina, un gran salón y sala de spa.
Nayara Bocas del Toro, un paraíso escondido en Panamá.
Nayara Bocas del Toro
Nayra Bocas del Toro Llegar a Nayara Bocas del Toro
A sus villas flotantes con sus piscinas y decoración extraordinaria que son las casas de los huéspedes, se le unen las tree houses. El proyecto más innovador de la propiedad, diseñado por el estudio balines IBUKU , encabezado por Elora Hardy, que es una auténtica oda a la sostenibilidad. Cada casa se eleva lejos del nivel de suelo por medio de palafitos de madera, buscando que el entorno de la isla se vea lo menos impactado y contaminado posible.
Tree houses, habitaciones sostenibles en Nayara Bocas del Toro.
Nayara Bocas del Toro
A ello se le agregan dos pisos: el del medio donde se encuentra el baño interior y exterior y el dormitorio. Y en la parte más alta, se ubica el salón y comedor. Toda la superficie funciona eléctricamente gracias a la energía solar , y el agua utilizada en las áreas húmedas, se recolecta y purifica a través de un sistema de tratamiento de aguas pluviales. La estética tropical, inspirada en Bali, se palpa en cada rincón.
El hotel es, además, todo un homenaje a la artesanía local , una mezcla de estilo balinés y panameño que culmina por ser un proyecto inolvidable. Además, las casas de árbol están construidas con cuatro variedades de bambú local y 19 tipos de maderas , algunas de ellas recuperadas del fondo del Canal de Panamá que datan de 500 años de antigüedad.
¿Cuál será el hotel elegido? Es válido seleccionarlos todo y hacer uno detrás del otro, con tiempo entre medio para asimilar todo lo vivido en cada una de las propiedades.