El documental ‘Blackfish’ (2013), dirigido por Gabriela Cowperthwaite, trata de establecer las razones por las que Tilikum, una orca que vive en cautiverio, pasó a convertirse en el centro de controversias después de que estuviera involucrada en la muerte de tres personas, incluida su entrenadora. La película, de 80 minutos de duración, examina no solo la vida de Tilikum, sino también las condiciones de cautiverio en una serie de parques acuáticos y el impacto psicológico que le provoca a estos inteligentes mamíferos marinos. El documental se encuentra disponible actualmente en el catálogo de Netflix.

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Karma Films

El impacto de ‘Blackfish’ se hizo sentir en el circuito de festivales y premios cinematográficos. Aunque no recibió nominaciones a los premios Oscar, el documental fue ampliamente reconocido, ganando el premio en los Satellite Awards dentro de la categoría de Mejor largometraje documental. Además, también estuvo nominada a otra serie de premios en festivales como los Premios BAFTA o el Festival de Cine de Sundance, así como los Critics Choice Awards o los premios concedidos por el Círculo de Críticos de San Francisco. Su impactante temática trascendió el ámbito cinematográfico, generando debates a nivel internacional y concienciando a la población sobre la problemática de encerrar grandes animales como las orcas en instalaciones de pequeñas dimensiones donde viven en cautiverio.

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Uno de los aspectos más destacables de ‘Blackfish’ es su enfoque técnico. La película utiliza imágenes de archivo reales de gran impacto visual y entrevistas profundas para transmitir su mensaje. La dirección de Cowperthwaite logra crear una atmósfera preocupante que invita a la reflexión sobre la relación entre humanos y orcas, así como sobre la ética de mantener animales salvajes en cautiverio con fines de entretenimiento. El documental presenta testimonios de expertos en comportamiento animal y ex entrenadores de cetáceos, quienes hacen un interesante análisis que ofrece una visión completa de las adversidades que enfrentan estos animales durante su vida en cautiverio. Además, la narrativa de ‘Blackfish’ está hábilmente estructurada para mantener al espectador expectante mientras profundiza en los eventos que rodean a Tilikum y otras orcas instaladas en parques acuáticos.

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La crítica de Fotogramas de 'Blackfish' pone el foco en “unas imágenes de ‘Orca, la ballena asesina’ (Michael Anderson, 1977) insertadas en este documental nos recuerdan que siempre se dijo que las orcas no eran asesinas. Quizás no lo sean en la libertad del océano, pero ‘Blackfish’ demuestra que, en cautiverio, pueden ser muy peligrosas. Con el testimonio de un montón de antiguos entrenadores, pasa revista al apreciable historial de accidentes, algunos mortales, provocados por orcas de SeaWorld, Orlando, especialmente una, Tilikum. ¿Errores humanos o la furia desatada del animal, psicológicamente afectado por su existencia en una piscina de pequeñas dimensiones para él? Algunas grabaciones de las tragedias ponen los pelos de punta. Y poco gustará a la comunidad canaria ‘Blackfish’, pues una de las muertes ocurrió en su Loro Parque”.