Este domingo a partir de las 16.15 horas el Atlético de Madrid recibirá en el Cívitas Metropolitano al Celta de Vigo. Todos los focos apuntarán a Iago Aspas, Larsen o Fran Beltrán, pero lo cierto es que en el banquillo estará un entrenador para el que este partido será especial. Se trata de Claudio Giráldez.
Se trata de una de las sensaciones de LaLiga en este momento. Hace unos meses tomó las riendas del conjunto gallego después de estar haciendo una gran campaña con el Celta Fortuna que ha llegado a ir primero en el Grupo 1 de la Primera RFEF, por delante del Dépor algo muy importante para la parroquia celeste. Si no se tomó desde la directiva esta decisión antes ha sido porque el técnico que estaba Rafa Benítez se le firmó para un proyecto a largo plazo y se le firma por dos temporadas. Así que en el caso de despido tenía que cobrar esas dos campañas. Y ahora mismo la economía de los clubs no está como para hacer ese desembolso.
Un entrenador que sólo tiene 36 años y que colgó las botas en la temporada de la pandemia. Su ascenso como técnico está siendo meteórico. Aún siendo jugador, estaba en el Porriño, hizo sus primeros pinitos en la cantera del Celta tras su retirada dejó buenas sensaciones en el Gran Peña, un equipo dependiente del cuadro vigués. En la 21-22 se luce con los juveniles del Celta y ya en la 22-23 se hace cargo del filial celeste.
Pero lo que poca gente recuerda es que Claudio como se le conocía por aquel entonces estuvo una temporada en el Atlético de Madrid B. Una campaña en la que coincidió con el actual capitán y jugador con más partidos en la historia del club colchonero como es Koke. Fue en la 2008-09 a las órdenes de Abraham García. Una campaña en la que coincidió con una de las mejores hornadas del conjunto colchonero en el que además de Koke, estaba De Gea, Keko, Domínguez, Pulido, Álex Quillo, Cedrick, Joshua o Rubén Ramos.
En su etapa en el filial fue habitual verle como lateral izquierdo. Jugó 35 partidos en Segunda B disputando 2.780 minutos, marcó cuatro goles, vio siete amarillas y fue expulsado en una ocasión. A pesar de los buenos números Claudio y el club decidieron no seguir y tomó rumbo al Pontevedra. De ahí se marchó al Ourense, Coruxo y por último Porriño dónde jugó la mayor parte de su carrera.
Claudio Giráldez en su etapa en el Atlético de Madrid B.
Antes de llegar al filial colchonero se había formado en la cantera del Real Madrid. Al que había llegado procedente del Celta de Vigo. Estuvo en juveniles y en el Real Madrid C, allí coincidió con Abraham García que fue su gran valedor para que se mudase a la casa rojiblanca.
Durante su breve etapa en el filial rojiblanco seguro que soñó con jugar algún día en el estadio Vicente Calderón. Más de 15 años después saltará al Cívitas Metropolitano en Primera división para ocupar el banquillo visitante en un partido contra el Atlético de Madrid. Del club que conoció queda Koke, y poco más…
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