La Escuela Naval afronta un nueva mejora de sus instalaciones con las obras en la piscina y el gimnasio - Faro de Vigo

La Escuela Naval afronta un nueva mejora de sus instalaciones con las obras en la piscina y el gimnasio

Adjudica a una empresa sevillana, por más de 240.000 euros, la adecuación de ese recinto, que data del propio origen del centro

Edificio del gimnasio y la piscina.

Edificio del gimnasio y la piscina. / Gustavo Santos

La Escuela Naval sigue adelante con el amplio programa de mejoras urbanísticas y adecentamiento de sus instalaciones, a tres meses de que ingresa en el centro la Princesa de Asturias, Leonor de Borbón, para cursar un año de estudios militares.

Después de la mejora de la explanada principal de la academia de la Armada y otros trabajos en su interior, la reurbanización del entorno de la “Puerta de Lameiriña” y la próxima renovación de parte de su cierre exterior, ya ha adjudicado a una empresa sevillana otra de las obras previstas, la mejora de la piscina y el gimnasio, por 243.210 euros.

Se detalla que el “gimnasio-piscina Guardiamarina Barrutia fue levantado en la década de 1940, durante los primeros años de la andadura de la Escuela Naval Militar en Marín. El edificio es una construcción singular de gran valor arquitectónico, diseñada por Antonio de Cominges y Eduardo Torroja. Está formado por dos grandes naves dispuestas sobre el mismo eje longitudinal y varios módulos de menor volumen que rodean y conectan a las anteriores”.

Aunque hace unos cinco años se procedió a la renovación completa de las cubiertas y terrazas del edificio para solucionar problemas de humedades y filtraciones de agua al interior, quedó entonces pendiente dar adecuado tratamiento a las fachadas.

En la actualidad, “la principal afección del vaso es la existencia de abundantes filtraciones en el mismo. Al mismo tiempo, la fuerte humedad del ambiente ha deteriorado notablemente el pintado interior de la bóveda y los paramentos verticales. Para subsanar las deficiencias detectadas, se plantean actuaciones como la adecuación exterior de las fachadas para solucionar los problemas de filtración de agua a través de los paramentos verticales y mejorando la imagen del conjunto arquitectónico; el pintado interior del techo y paredes de la piscina y de la entrada al gimnasio, ambos muy deteriorados por la humedad; y el recubrimiento de toda la superficie del vaso con una membrana impermeable de PVC armado que evite por completo las pérdidas a través del hormigón”.

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