Entrevista con Viggo Mortensen, director de “Hasta el fin del mundo” - decine21.com
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“Con historias de épocas lejanas resulta fácil sacar lecciones y comparar con nuestros tiempos”

Viggo Mortensen, director, guionista, compositor y protagonista de “Hasta el fin del mundo”

Pocas veces tiene uno la sensación de estar ante una persona tan especial como con Viggo Mortensen, estrella de Hollywood, presente en dos filmes ganadores del Oscar a la mejor película (“El Señor de los Anillos: El retorno del rey” y “Green Book”), y sin embargo tan cercano, entrañable y de conversación interesante. Dieciséis años después de encontrarme con él para una entrevista por el western “Appaloosa” (protagonizado por él a las órdenes de Ed Harris), conversamos sobre su nuevo trabajo como director, “Hasta el fin del mundo”, otro western.

Viggo Mortensen, director, guionista, compositor y protagonista de “Hasta el fin del mundo”

Además de encargarse de la realización, en Hasta el fin del mundo, Viggo Mortensen también da vida al protagonista, escribe el guión y hasta compone la banda sonora. Desarrolla la historia de Vivenne Le Coudy, florista francocanadiense de enorme temperamento que se mudará con el danés Holger Olsen a una choza en las afueras de una ciudad fronteriza.

¿Fue una filmación difícil?

El rodaje ha sido complicado, pues tenía poco días para terminar el film. Pese a todo, rodamos mucho. Incluso algunas escenas que no están en el montaje final. Son buenas escenas y las incluiremos en un futuro DVD.

entrevista mortensen 1¿Por qué ha decidido rodar un western, pese a tratarse de un género en teoría "pasado de moda"?

No empecé escribiendo un western, sino la historia de una mujer. Llegó un momento en el que pensé que esa mujer particular con pensamiento libre, algo terca, sería interesante ponerla en el pasado, en una época dura, en el oeste americano en el siglo XIX. Era una sociedad muy masculina, además se me ocurrió que la acción transcurriera en una aldea dominada por unos cuantos tipos sin escrúpulos, violentos y crueles. Era un desafío para el personaje.

Me gusta el género. Cuando me di cuenta de que iba a rodar un western, tiré de mis recuerdos de mis películas favoritas del oeste, y del amor que tengo desde muy pequeño por los caballos, y por los paisajes típicos de la época.

¿Se inspiró en alguien para inventar a la protagonista?

Sobre todo en mi madre, en su forma de ser, aunque se trata de una historia de ficción. Al componer al personaje que interpreto yo, al tratarse de un ciudadano escandinavo, me acordé de mi padre, que era danés, y de cosas que conozco, pues yo también he vivido en Dinamarca. De hecho, tengo la ciudadanía danesa. Conozco la mentalidad, el sentido del humor, la cultura y el idioma del país.

Es un western con un evidente protagonismo femenino. ¿Deberíamos fijarnos más en las mujeres?

Más que las mujeres, me interesa lo que no se ha contado, el otro lado de la moneda.

Cuando leo un guión, y se describe un personaje que podría llegar a interpretar, siempre pienso cómo será cuando no se porta como en las secuencias que saldrán en el film. Me sirve para darle capas y crear a un ser humano creíble. En el caso del western, son películas que tienen mucho que ver con guerras, y siempre había pensado que no se contaba qué hacían las mujeres más o menos ordinarias, muchas de ellas con mucho coraje y fuerza interior. Si no son villanas, o dueñas de grandes ranchos, no se sabe cómo se comportan. No se suele contar qué pasa con esposas o hijas cuando los protagonistas masculinos se van a luchar a sus guerras. No lo he visto, así que quería contarlo.

El personaje que usted interpreta en Hasta el fin del mundo se va a la guerra pero vuelve desencantado. ¿Es un film antibélico?

Ya había tenido experiencia bélica en su país, pero cuando llega la Guerra de Secesión se alista porque piensa que es lo justo, y que puede aportar su experiencia. Debe sacrificarse de esa manera, pero es una decisión egoísta, porque su mujer va a sufrir las consecuencias de su ausencia, por mucho que él incorrectamente piensa que volverá pronto. No será así. Los que se fueron como voluntarios a Ucrania hace un par de años pensando que el conflicto acabaría pronto, todavía siguen allí.

Ofrece una visión positiva de la familia. ¿Cree que a través del amor se superan las dificultades?

Creo que los matrimonios más sanos son aquellos en los que cada cónyuge tiene en cuenta al otro. Es importante tener en cuenta qué piensa la otra parte. En mi película he descrito a una pareja que se escucha. Ambos cometen errores, sobre todo él. Hay torpeza. Pero son capaces de reconocerlo cuando se equivocan. De alguna manera piden perdón. En esta historia la capacidad de perdonar es clave para que la relación siga adelante y progrese.

El perdón es mucho más importante en esta historia que el deseo de venganza y la violencia.

No se habla mucho de paternidad en los westerns.

No quiero desvelar sorpresas del film. Pero hay que ser flexible en una relación, y encontrar la manera de adaptarse al otro y a las nuevas situaciones. Eso es ser una persona responsable y generosa.

entrevista mortensen 2Ha contado de forma realista lo que ocurría en el oeste. En Hasta el fin del mundo muchos de los pistoleros son auténticos psicópatas.

No se ennoblece al tipo que mata. Suele ser lo habitual en los westerns, pero no aquí.

También me diferencio de lo habitual en que los dos protagonistas, sobre todo ella, tienen en común que su idioma principal no es el inglés. Normalmente en todos los westerns hablan principalmente en inglés. Me interesa mostrar la diversidad de razas y culturas. El inglés que se habla tiene acentos diferentes, de Irlanda, de México, etc. Así era la sociedad entonces. Creo que es importante recrear eso. La idea es que todo sea creíble.

Pese a todo, me inspiré en lo que sentía cuando iba al cine de niño y veía películas del oeste. Yo quería estar ahí. Me preguntaba si sería tan valiente como los protagonistas. Y si cometía los errores de los personajes, ¿lo reconocería? Además, he imitado la fotografía de los clásicos del género, sobre todo utilizando una fotografía que no incomode, y no distraiga. El espectador no está pendiente en cómo la cámara ve a los personajes, y cómo se luce el director con travellings técnicamente deslumbrantes. La idea es que sea una fotografía simple y elegante. Eso ayuda a que el público piense en los personajes, en lo que les pasa, y cómo se relacionan entre ellos.

John Ford también rodaba de esa forma. ¿Ha sido uno de sus referentes?

Lógicamente. No se puede filmar un western sin tenerle en cuenta. Fue una figura inmensa. Pero también hay otros. Howard Hawks y Budd Boetticher también rodaban excelentes cintas, y sacaban mucho partido al presupuesto. En las décadas más recientes Clint Eastwood e incluso Jane Campion, que es australiana. No todos los maestros del género son estadounidenses, me acuerdo ahora de André de Toth, Jacques Tourneur o Sergio Leone… Este último hace óperas, es más como un teatro, aunque me gustan mucho sus películas.

Su film tiene algo también de Las aventuras de Jeremiah Johnson

No lo había pensado, pero es un título que me interesa, y me gusta el cine de Sydney Pollack. Me gusta mucho cómo filmaba los paisajes. Si hay similitudes, pueden haber sido trazadas inconscientemente.

Es curioso que todas esas películas clásicas nos sigan aportando muchos datos sobre la sociedad actual del siglo XXI. En Hasta el film del mundo se habla de violencia y corrupción. Igual no ha cambiado tanto el mundo.

Ocurre en el western, pero también en otros géneros. Si se cuenta bien una historia y los seres humanos que vemos resultan creíbles, si nos alejamos a tiempos pasados es fácil sacar lecciones y comparar con nuestros tiempos. Muchas veces estamos más dispuestos a sacar comparaciones en películas de época que si vemos cine ambientado en la actualidad. Por ejemplo, entre las que yo he rodado recientemente destaca Green Book, que ocurre en 1962. Nos ofrece grandes lecciones sobre la actualidad con los temas que desarrolla: raciales de prejuicios y de ignorancia. Creo que da más que pensar que si hablara de una historia ambientada ahora. Si leemos una novela que ocurre en otros tiempos o en una cultura que desconocemos siempre descubrimos algo universal, así que es más fácil que cada uno piense en su familia, en su pueblo y en su sociedad.

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