Los jóvenes reinventan el vestuario de los chulapos y chulapas
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Los más jóvenes reinventan el vestuario de los chulapos y chulapas de San Isidro

  • El traje tradicional da paso a otros con nuevos tejidos
  • Delaporte, Ginebras y Sidecars reinterpretan el famoso chotis de Agustín Lara

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San Isidro, una tradición madrileña que suele resistirse a los más jóvenes

El 15 de mayo, Madrid celebra una de sus fiestas municipales, San Isidro. En este día se llenan las calles y, sobre todo, la pradera donde se encuentra la ermita del santo, de chulapos y chulapas. Los habitantes de Madrid, tanto los más mayores como los pequeños, se enfundan este traje tradicional en estas fechas. Los chulapos llevan un chaleco o americana; un pañuelo blanco anudado al cuello conocido como safo; una gorra de cuadros; una camisa blanca, pantalones y calcetines. Ella, en cambio, van de otra manera: una falda, una camisa, un mantón, un pañuelo; y no pueden faltar los claves.

A finales del siglo XIX, este traje castizo lo llevaban las clases populares para distinguirse de la élite y se mostraba con un punto muy chulesco. Sin embargo, en la actualidad, algunos madrileños y madrileñas le suelen dar su toque a este vestuario. “He ido cogiendo cosas del armario y digo, esto me pega, esto también a mí. Está guay el ir renovándonos”, ha explicado a TVE uno de los cientos de residentes de Madrid que se han trasladado a la Pradera de San Isidro.

En las redes sociales se hacen eco de los chulapos y las chulapas

Es usual que los jóvenes no tengan esa costumbre de vestirse de chulapos y chulapas. No obstante, gracias a las redes sociales, se han movilizado para revitalizar el orgullo castizo. A través de las diferentes plataformas, muchas influencers han querido sacar su lado más madrileño. Entre ellas, la andaluza afincada en Madrid, María Luisa, más conocida en TikTok como Eme de Amores, quiso vestirse como una buena chulapa para no perder esta tradición.

“Creo que hay interés por la gente joven, gente de mediana edad, también que no se identifica totalmente con los tejidos, las formas del traje tradicional” ha expresado Arancha, una confeccionista de trajes de solapa a media, a TVE. La modista ha añadido que “lo importante es atreverse a llevarlo y acompañarlo con la banda sonora de siempre y de ahora”.

Varios artistas han reinterpretado el famoso chotis de Agustín Lara

Coincidiendo con la festividad de San Isidro, Delaporte, Ginebras y Sidecars han reinterpretado el famoso chotis Madrid, publicado por Agustín Lara. Este tema lo compuso hace 70 años este compositor mexicano basándose en sus vivencias y su relación con la capital.

De Lavapiés a Las Vistillas, el dúo italo-español Delaporte ha homenajeado a la ciudad que los ha visto crecer como artistas. “Madrid, Madrid, Madrid, porque en ti no hay ni frontera ni país, tu ritmo y tu pasión, ese es tu aliento, es tu nombre y mi elixir”, han entonado. La banda ha trasmitido en sus letras lo que es para ellos Madrid, cantándole a la personalidad de una ciudad que acoge “momentos de conexión especiales e inesperados”. 

Por su parte, Ginebras, habituales entre los bares de La Latina, han aportado el toque pop-rock con su versión del chotis: “Madrid, Madrid, Madrid, si me marcho lejos, pienso mucho en ti, por el sabor que tiene tu cerveza, por todas las mujeres que nos han traído aquí”. Devotas del Rastro y del barrio de Malasaña, este grupo de amigas le ha cantado a la ciudad en la que se encontraron y consolidaron como banda, mencionando rincones tan icónicos como la Sala El Sol o los conciertos de la Pradera en San Isidro, donde hacen una mención especial a Vetusta Morla

Los madrileños Sidecars, originarios del barrio de Alameda de Osuna, que llevan más de dos décadas apostando por un pop-rock genuino, han plasmado en su versión lo que para ellos es la verdadera esencia madrileña: “Madrid, Madrid, Madrid, lo siento, pero yo te espero aquí, maullando en el andén de la estación fantasma en Chamberí”. Una manera muy personal de referirse a la ciudad en la que no se olvidan de lugares icónicos como Tirso de Molina o la sala La Riviera.