Los motivos reales detrás del gran distanciamiento entre el Felipe y la Infanta Elena

Los motivos reales detrás del gran distanciamiento entre el Felipe y la Infanta Elena

¿Cómo ha sido la relación entre Felipe Vi y la infanta Elena? Analizamos la evolución marcada por la distancia de los hermanos

Adrián López
Adrián López

Redactor digital de Lecturas

Felipe VI y Elena
GTRES

Aunque el hermetismo en la Casa Real sobre las relaciones entre los miembros de la familia siempre ha sido el protagonista, es cierto que el círculo cercano siempre ha revelado algunos detalles y secretos sobre las rencillas que ocurren en el palacio de la Zarzuela. Si Lecturas hace unos meses contó el incidente entre Letizia y Cristina durante unas vacaciones en Miravent, ahora analizamos la relación entre la infanta Elena (60 años) y Felipe VI (56 años), una vida marcada sin duda por el distanciamiento.

Lo primero que marcó sin duda la historia de sus vidas es que Elena es la primogénita de la familia real, motivo por el que debería haberse convertido en Reina. El problema fue que la Constitución de 1978 se olvidó de las mujeres en este sentido. Y es que solo el primer hijo varón nacido dentro del matrimonio real asumiría la jefatura del Estado. Y así fue. Desde el principio Felipe estaba destinado a ser Rey, aunque suponemos que cuando la Infanta tuviera uso de razón no le gustaría demasiado esta decisión. Aun así, de sobra se sabe que durante unos años y mientras todos vivían bajo el mismo techo, ella cumplió su papel protector como hermana mayor. 

Durante sus actos públicos y apariciones siempre hubo gestos de cariño, pero hubo un momento en el que se provocó el primer distanciamiento grave entre los hermanos. La llegada de Letizia Ortiz a la familia Borbón y Grecia marcó un antes y un después. Un gran enamorado príncipe vio como sus hermanas y su prometida no tenían la mejor relación y sin duda se posicionó marcando distancias en su día a día. 

Poco a poco fueron alejándose más pero Elena siempre fue el nexo de unión familiar cuando los escándalos comenzaron a salir a la luz. Primero fue el caso Nóos y el ingreso de Urdangarin en la cárcel. Una polémica en la que la Infanta fue un gran apoyo para su hermana Cristina manteniéndose unida a ella y teniendo una postura clara, contraria sin duda a la de su hermano porque Felipe no se podía permitir estar involucrado en nada ni cercano a su familia si quería salvar la monarquía. 

Muy independiente pero respetuosa con el papel que le había tocado hacer en la Corona, Elena nunca ha sido escandalosa (algo que a Felipe le ha beneficiado), pero su continuo apoyo a Juan Carlos desde que en marzo de 2020 saltara las grandes bombas de su padre volvió a marcar distancias con su hermano. Ella fue la primera en acudir a Abu Dabi y no le ha importado nunca mostrarse cercana al emérito porque se sabe que ella ha sido su ojito derecho. Pero sin duda esto la apartaba cada vez más del Rey. 

La actual relación entre Felipe VI y Elena 

Pero si hay algo que desde luego alejó a los hermanos como nunca fue cuando Felipe, que ya había dejado claro que iba a conducir una monarquía renovada y alejada de los escándalos, decidiera que en 2014 su hermana dejara de formar parte de la familia real para pasar a ser familia del Rey. Y es que aunque ella sea ahora la tercera en la línea de sucesión, es cierto que siempre ha sido muy independiente. De hecho, tras la abdicación de su padre sí que estuvo en varios actos institucionales pero poco a poco fue desapareciendo de la escena real hasta que en 2019 presidiera su último acto. 

"Los hermanos no se llevan. Elena se vence del lado de su hermana, la infanta Cristina, más aún después de que ella fuera apartada de la Familia Real, que su hermano redujo nada más ser proclamado Rey. Una decisión que a la infanta le causó quebranto económico, ya que los actos de representación le eran retribuidos por la Zarzuela a cargo de su presupuesto. Si el padre ha sido y es un grave problema para el Rey, las hermanas contribuyen a un vacío familiar compensado por el respaldo de la consorte, que rechaza cualquier avenencia con sus cuñadas, a las que atribuye no pocos de los problemas que aquejan a la familia", escribe José Antonio Zarzalejos en 'Felipe VI. Un rey en la adversidad' sobre cómo estaría la situación entre ellos. 

Elena y Felipe VI

"Elena y Felipe no se llevan", dicen los expertos. 

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Desde entonces Felipe ha demostrado que es un gran representante de la Corona y que sin duda ha querido estar alejado de todo lo relacionado con la 'antigua' institución. Elena, ya más tranquila también de las polémicas de sus hijos, vive felizmente centrada en su trabajo como directora de Proyectos en la Fundación Mapfre y acudiendo a los diferentes eventos a los que la invitan, sobre todo lo relacionado con la tauromaquia (una de sus pasiones). 

Este distanciamiento entre ellos no quiere decir por supuesto que no se quieran o que tengan mala relación. Ambos saben que son hermanos y que siempre van a estar ahí. De hecho, el pasado diciembre de 2023 todos se reunieron para el 60 cumpleaños de la Infanta. Un cambio de década que celebraron por todo lo alto y que organizaron con una doble fiesta. 

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