Aquel d�a en La Planche des Belles Filles naci� una leyenda, un demonio rubio de 21 a�os que revolucion� el orden establecido del panorama ciclista. Era un contrarreloj con trampa final en la que Tadej Pogacar destroz� a Primoz Roglic, un despliegue de potencia como no se recordaba para ganar su primer Tour. Han pasado cuatro a�os y la relaci�n del esloveno con la lucha individual no ha sido la mejor. M�s sinsabores que alegr�as. "Subes y bajas" en sus propias palabras. En el muro de Perugia lleg� su reconciliaci�n. Y lo hizo a su manera, con un alarde final para birlar el triunfo a Filippo Ganna y poner m�s tierra de por medio con sus perseguidores, especialmente con un Geraint Thomas que rindi� por debajo de lo esperado.
La primera batalla contra el reloj de este Giro presentaba peculiaridades a tener en cuenta. En la medieval Umbr�a, las ciudades siguen dominadas por sus torres en las cimas de las colinas y hasta la de Perugia hab�a que ascender despu�s de 30 kil�metros planos. Un muro (1,2 kil�metros al 12%) para decidirlo todo. Y ah�, en el esfuerzo tras el esfuerzo, nadie como Pogacar, que en los seis kil�metros finales, con su pedalear cadencioso, remont� la desventaja con Ganna y celebr� la victoria pu�o en alto (perd�a 47 segundos abajo y lleg� con 17 de diferencia con el especialista del Ineos).
En las 16 contrarrelojs que Tadej afront� en Grandes Vueltas despu�s de La Planche, s�lo coleccion� un triunfo. Fue en Laval, en el Tour siguiente. Tiempos de dudas, con Jonas Vingegaard mostr�ndose cada vez m�s intratable. "Ha pasado mucho tiempo desde la �ltima contrarreloj que hice [21� en el Mundial en Stirling; antes en Combloux, a 1:38 de Jonas], fue un desastre: desde entonces he estado trabajando mucho en la bicicleta de contrarreloj, no estaba tan seguro de estar al 100%", admiti� despu�s. Porque lo de la s�ptima etapa del Giro, desde Foligno hasta la amurallada Perugia pasando por As�s, era m�s que una prueba. Hab�a que contener el esfuerzo durante 30 kil�metros de carreteras r�pidas y soltarlo todo despu�s, todo para arriba, incluso dos kil�metros mortales donde la pendiente llega al 16% y hay que retorcerse en la cabra.
Ganna hab�a dominado con mano de hierro, doblando hasta a siete rivales, y se antojaba imposible que nadie le arrebatara la gloria. En cada referencia, su ventaja aumentaba. En el kil�metro 34 era una sangr�a con los favoritos y s�lo Pogacar estaba por debajo del minuto. Muchos, incluido Thomas, perdieron incluso m�s tiempo en la subida y algunos, como Daniel Felipe Mart�nez, recortaron algo. Tadej, con la maglia rosa y el controvertido culotte ciclamino, simplemente vol� hacia Perugia, enrabietado.
En casi 41 kil�metros (rod� a 47,1 por hora), este Giro que disputa mirando al verano, pr�cticamente sentenciado. "Hoy ha ido bastante bien, habr� otra contrarreloj en el Giro, ser� otra sesi�n de entrenamiento para el Tour. Todav�a puedo mejorar", concedi� sin tapujos. Geraint Thomas se dej� dos minutos con su rival (y ya son 2:46 en la general), Daniel Felipe Mart�nez, ahora segundo, un poco menos y escaladores como Juanpe L�pez o Eiber Rubio m�s de cuatro minutos. Este s�bado tendr�n espacio para volverse a ver entre los 10 primeros de la general, pues la etapa finaliza en alto, en Prati di Tivo, casi 15 kil�metros de ascensi�n con una media del 7%.