PSICOLOG�A
ENTREVISTA

V�nia de la Fuente, m�dica y antrop�loga: "Hay que eliminar los microedadismos como 'estas guapa para tu edad'".

Actualizado

El edadismo est� en todas partes: en el lenguaje, la consulta del m�dico, el trato de los hijos e incluso en gestos cotidianos que hacemos con nuestra mejor intenci�n. Afortunadamente, poco a poco damos peque�os pasos para dejar de lado prejuicios, estereotipos y discriminaci�n por edad. La Dra. V�nia de la Fuente-N��ez, experta en el tema, nos cuenta c�mo podemos erradicarlo de nuestro d�a a d�a.

V�nia de la Fuente-N��ez, doctora experta en edadismo.
V�nia de la Fuente-N��ez, doctora experta en edadismo.

Ante la pregunta de qu� es el edadismo, la mayor�a responder�amos que es la discriminaci�n por edad. Pero esta es solo una de las tres facetas que lo definen. La Dra. V�nia de la Fuente-N��ez, m�dica, antrop�loga y experta internacional en envejecimiento saludable y edadismo, nos explica que es un fen�meno que ata�e a la forma de pensar (estereotipos), de sentir (prejuicios) y de actuar (discriminaci�n) respecto a otras personas o hacia nosotros mismos. El edadismo est� en todas partes y afecta a nuestra salud y bienestar, por lo que es urgente erradicarlo de nuestros gestos cotidianos.

V�nia de la Fuente-N��ez fue, adem�s, una de las autoras principales del primer Informe Mundial sobre el Edadismo, publicado por la Organizaci�n Mundial de la Salud (OMS), en 2021, gracias al que hoy contamos con datos acerca del tema y pistas sobre c�mo combatirlo. Durante casi una d�cada, trabaj� como funcionaria internacional, siendo responsable de la Campa�a Mundial Contra el Edadismo, de la OMS, instituci�n en la que tambi�n lider� el �rea de formaci�n y capacitaci�n sobre envejecimiento saludable. Desde el a�o 2023, De la Fuente-N��ez trabaja como consultora independiente, ofreciendo asesoramiento t�cnico y estrat�gico a gobiernos y entidades p�blicas y privadas para ayudar a mejorar la vida de los mayores.

PREGUNTA:�Qu� tiene de cierto aquello de que los 60 son los nuevos 40?

RESPUESTA: Es algo que se dice con frecuencia, pero cuestiono mucho esta afirmaci�n. Cuando analizamos los datos, vemos grand�simas inequidades, tanto en longevidad como en esperanza de vida saludable, en el mundo, e incluso, en un mismo pa�s. De hecho, hay m�s esperanza de vida, pero que no necesariamente conlleva buena salud. A veces, el c�mo llegamos a la vejez es el reflejo de las ventajas o desventajas que hayamos tenido en la vida. Por ejemplo, en �frica, el n�mero de a�os que se puede esperar vivir saludablemente despu�s de los 60, es de unos 16,8, mientras que en Europa, se eleva a 22. Y tambi�n hay bastantes diferencias seg�n el g�nero: las mujeres de todo el mundo viven m�s que los hombres, pero tambi�n viven peor que ellos.

Ya tenemos datos: el edadismo es un problema real

P:Como autora principal del primer Informe Mundial sobre el Edadismo, �piensas que existe alguna tendencia al cambio?

R: Empezamos a ver que este es un problema real, pero todav�a estamos muy lejos de tener el tipo de cambio para tener un mundo para todas las edades. Este informe se public� reci�n en 2021, pero fue la culminaci�n de un largo y arduo trabajo de m�s de 10 a�os. Hasta ese momento, la evidencia del problema estaba muy segmentada, faltaban muchos datos y estudios, y no se sab�a cu�l era su magnitud. Por primera vez habl�bamos acerca de qu� era el edadismo. Su publicaci�n ayud� a elevar el problema para ser considerado por los sectores p�blico y privado, y por la poblaci�n, en general. Un avance es, por ejemplo, que, en espa�ol, se ha incluido el t�rmino en la RAE. Tambi�n lo ha hecho la Real Academia Galega y el Institut d'Estudis Catalans. El trabajo, adem�s, relaciona al edadismo con otras formas de sesgo, y c�mo y d�nde vemos el problema en las instituciones, en nuestras relaciones con otras personas y respecto a nosotros mismos.

El edadismo impacta en nuestra salud f�sica y mental

P: �C�mo afecta a nuestro bienestar?

R: S�, y el impacto recae en diferentes aspectos de nuestra salud f�sica y mental. Se ha constatado en estudios realizados en diferentes pa�ses que el edadismo se asocia a una muerte m�s temprana o a un mayor deterioro funcional y cognitivo, trastornos cr�nicos o eventos agudos. Adem�s, se relaciona con comportamientos de riesgo para nuestra salud, como una dieta poco saludable, fumar, beber alcohol en exceso, etc. Esto ocurre porque se interioriza el estereotipo que equipara la vejez con un decaimiento de la salud, lo que hace que las personas mayores se pregunten, desesperanzadas, "�qu� sentido tiene cuidarse?". Este ser�a un ejemplo de edadismo autoinflingido, aquel que nos aplicamos a nosotros mismos.

La sexualidad s�nior, invisibilizada

Tambi�n parece que se le atribuye una peor salud sexual y tasas m�s altas de infecciones de transmisi�n sexual (ITS). Los pacientes mayores no consultan por miedo a ser estigmatizados o ridiculizados, lo que sucede bastante a menudo, y tampoco son objeto de campa�as de concienciaci�n de estas enfermedades porque se asume err�neamente que ya han perdido su sexualidad.

Adem�s, hay evidencia de que afecta a la salud mental. Se ha estudiado que existe una asociaci�n entre edadismo y la aparici�n de depresi�n: m�s de seis millones de casos de este trastorno en el mundo se adjudican al edadismo Adem�s, con una reducci�n del bienestar y de la calidad de vida, con aislamiento social y soledad. Por �ltimo, no olvidemos que la mujer es la m�s afectada, ya que en la intersecci�n de los datos de edadismo y sexismo, la mujer mayor sale peor parada.

A los j�venes tambi�n se los discrimina

P: Pero, �a partir de qu� edad se considera que una persona es mayor?

R: Eso depende, porque los cortes suelen ser arbitrarios. Adem�s, cambian, incluso dentro de una misma regi�n, y a lo largo del tiempo, dentro de un mismo pa�s. En el informe de la OMS, por una cuesti�n estad�stica, hemos puesto el corte en los 50 a�os, pero podr�amos haberlo hecho despu�s.

P: Y, �desde qu� edad empezamos a ser edadistas?

R: Es algo muy asentado culturalmente. Sabemos que desde los 4 a�os, se es consciente de los estereotipos por edad que existen alrededor y se empiezan a utilizar para guiar el comportamiento. A esta edad, los ni�os ven c�mo se relaciona la gente de su entorno, los mensajes de la televisi�n, c�mo se trata a la gente de diferentes edades, y se van empapando de todos esos estereotipos durante a�os y a�os.

P: Tambi�n hay edadismo con los j�venes...

R: S�, suele afectar cuando somos muy j�venes, y despu�s, cuando somos mayores. En Europa, por ejemplo, una de cada tres personas reporta haber sufrido edadismo, y el grupo m�s grande de los afectados es el de los j�venes. Pero es que una de cada dos personas, o sea el 50%, de la poblaci�n del mundo, resulta ser edadista. En el entorno judicial, hay estudios en Estados Unidos que demuestran que los cr�menes que cometen los j�venes se consideran m�s graves, que si la misma trasgresi�n la comete una persona mayor, y en pol�tica, se intenta negar la voz de los m�s j�venes o se duda de sus posibles aportaciones.

P: �Hay sesgos tambi�n en el trabajo y cuando vamos al m�dico?

R: Hay muchos estereotipos. En el trabajo, se presupone que los mayores son poco competentes, menos productivos, reacios al cambio, poco flexibles, mientras que de los j�venes se piensa err�neamente que son perezosos, desmotivados o distra�dos. La evidencia nos demuestra todo lo contrario: las plantillas multigeneracionales son m�s productivas y creativas que las que no lo son. Por otra parte, tambi�n detectamos edadismo en las consultas m�dicas, ya que muchas veces, a los mayores, se los considera fr�giles, d�biles y r�gidos, e incluso, no se les habla a ellos, sino que al acompa�ante.

LOS EDADISMOS DE NUESTRA VIDA COTIDIANA

P: �Cometemos "microedadismos" en nuestro d�a a d�a?

R: Muchas veces y sin querer. Hay actuaciones que, supuestamente, son bien intencionadas, pero que son completamente edadistas, porque parten de una idea estereotipada de lo que es una persona mayor. Por ejemplo, hay quien usa una forma diferente de hablar al dirigirse a los mayores, con un lenguaje infantilizado, condescendiente, con frases cortas y palabras simples, incluso elevando el tono de voz, pensando que no van a o�r. Hacemos una acomodaci�n para ajustarnos, pero esto nace de una idea preconcebida, falsa y edadista.

P: �No habr�a que reinventar, entonces, el lenguaje? Para algunos adolescentes, ya eres vieja a los 40 a�os...

R: En el espa�ol, hay palabras que han ido adquiriendo connotaciones negativas, como "anciano" o "viejo", porque la imagen que tienes en la cabeza es de una persona fr�gil, vulnerable, dependiente, etc. Obviamente, hay personas mayores que son dependientes, pero eso no significa que lo sean todas. El problema es que una palabra acabe reforzando determinados estereotipos y nos impida ver esta pluralidad que hay en la vejez, que es cuando m�s diversos somos.

P: �Qu� expresiones tenemos que evitar de nuestro diccionario?

R: Aquellas como 'te conservas bien para tu edad'; 'esto es cosa de viejos; 'no tienes edad para hacer tal o cual' o 'me siento bien, a pesar de mi edad'. Tenemos que incorporar que podemos ser personas bellas e interesantes, independientemente de nuestra edad. Con estas coletillas, no estamos m�s que creyendo que la vitalidad est� ligada a la edad y no c�mo es la persona. Una iniciativa muy potente que podemos tener es hacer amigos y relacionarnos con otras generaciones, ya que es una experiencia en la que ambas partes aprender�n mutuamente del otro.

P: �Qu� estamos haciendo en Espa�a para abordar el edadismo?

R: Hay tres �reas:

  1. Una son las pol�ticas y leyes que proh�ben la discriminaci�n y fomentan la igualdad, independientemente de la edad. En 2022, en Espa�a, se desarroll� la Ley integral para la igualdad de trato y la no discriminaci�n, y aunque ya entr� en vigor, no est� teniendo la implementaci�n prevista.
  2. Las actividades educativas, que permiten desmantelar ideas err�neas. No solo en la escuela, sino que en todos los �mbitos, en los que se genera edadismo: sanitario, social, medios de comunicaci�n...
  3. La intervenci�n intergeneracional es una estrategia que puede ser un curso de jardiner�a, un ciclo de cine o literatura, o incluso programas de convivencia, que ayudan a reducir la soledad, aumentar la autoestima y fortalecer la solidaridad. Pero no bastya con juntar gente mayor con gente joven. Para que una intervenci�n reduzca el edadismo, uno de sus requisitos es que los participantes est�n en igualdad de condiciones. Por ejemplo, esas actividades para reducir la brecha digital, no son un buen ejemplo, porque el joven se ir� a su casa con la misma idea de que una persona mayor no es capaz de desenvolverse en el entorno digital, cuando la realidad es otra.
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