The Artifice Girl (2022), de Franklin Ritch

A Gareth, genio informático, le interrogan duramente Deena Helms y AmosMcCullough, agentes federales que investigan una red de pederastas, y le consideran sospechoso. En realidad, éste ha desarrollado Cherry, una inteligencia artificial que se comporta en redes sociales como una niña de corta edad, con el fin de atrapar a depravados, así que pasa todos los datos que recopila a la policía para que efectúe las detenciones pertinentes. Desde el primer momento, Cherry mostraba sentimientos cercanos a los de los seres humanos, pero ha evolucionado más rápidamente de lo que esperaba su creador.

Ópera prima de Franklin Ritch, realizador, guionista y protagonista. Demuestra que con entusiasmo no hacen falta grandes presupuestos ni efectos especiales de primer nivel para rodar un film de ciencia ficción quizás no redondo, ni original pero sí bastante ameno. Plantea cuestiones de actualidad, sobre todo qué se puede esperar de la evolución de la Inteligencia Artificial, y se recupera el tema central del género desde Frankenstein, o sea lo que ocurre cuando el hombre juega a ser Dios y los límites éticos y morales de la ciencia.

Quizás aleje al gran público que sea demasiado teatral, pues casi todo transcurre entre cuatro paredes, con pocos personajes. También pesa que los personajes abusan de citas a la teoría de juegos y otros conceptos quizás poco conocidos para el gran público, sólo para que el film parezca más sesudo, pues no haría falta nada de eso. En general los actores cumplen, sobre todo la jovencísima Tatum Matthews, que presta su cara a Cherry, y un inesperado Lance Henriksen, que encarna al personaje central, Gareth, en su madurez.