"Es el nuevo Enron". Por qué cada vez más inversores avisan de una implosión de Tesla
"Es el nuevo Enron". Por qué cada vez más inversores avisan de una implosión de Tesla
"Menudo retrasado"

"Es el nuevo Enron". Por qué cada vez más inversores avisan de una implosión de Tesla

Unas polémicas declaraciones del cofundador de Facebook, Dustin Moskovitz, acusando a Tesla y a Elon Musk de fraude masivo han puesto el foco en la situación límite que vive la empresa

Foto: Elon Musk, CEO de Tesla y X. (Reuters/Mario Anzuoni)
Elon Musk, CEO de Tesla y X. (Reuters/Mario Anzuoni)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

"Ya sé que puedo sonar como un loco para mucha gente que no sigue Tesla, pero llegados a este punto alguien tiene que decirlo. Amigos, esto es ahora como Enron". Dustin Moskovitz, cofundador de Facebook, uno de los emprendedores e inversores más prominentes de Silicon Valley y autor de esta frase, tiene un problema con Tesla. Moskovitz lleva años lanzando dardos contra Elon Musk, pero nunca antes había enviado semejante misil al dueño de Tesla. Musk respondió como suele hacer en estas ocasiones, insultando. "Menudo retrasado", dijo. Sin embargo, las palabras de Moskovitz, aunque duras, reflejan en parte la situación actual de Tesla, acosada por el derrumbe de ingresos y beneficios, los problemas técnicos y de diseño y las promesas incumplidas. Para salir del agujero, Musk ha respondido como mejor sabe, con más promesas.

Los mensajes de Moskovitz, fundador de la tecnológica Asana, suponen el ataque más directo a Elon Musk hasta la fecha por su gestión al frente de Tesla. Moskovitz no confirmó si posee o no acciones de la compañía, pero si las tiene, es normal que esté preocupado. No es el único. La semana pasada, Tesla anunció unos resultados trimestrales desastrosos, con una caída interanual del beneficio de un 55% y de los ingresos de un 9%.

La realidad es que cada vez se venden menos Tesla a nivel mundial (un 8,5% menos respecto al año pasado) y a Musk no le ha quedado otra que sacar la tijera para cuadrar las cuentas, anunciando el despido del 10% de la plantilla (unas 14.000 personas). El margen de negocio con el que operaba Tesla, uno de los más altos del sector, tampoco es lo que era, ha caído al 5,5%, la mitad respecto a hace un año. En otras palabras, Musk está con el agua al cuello y nadie descarta que pueda acabar hundiéndose.

Foto: El Tesla Cybertruck ha estado plagado de problemas desde su lanzamiento retrasado tres veces. (EFE/EPA/Adam Davis)

Muchos inversores de Tesla se han cansado de cómo Elon Musk está gestionando varios frentes clave. Uno de ellos es el desarrollo de la tecnología de conducción autónoma, denominada FSD (Full Self-Driving, en sus siglas en inglés). Tesla lleva casi una década anunciando que estaría disponible de forma inminente. En el 2015, aseguró a varios medios que el nivel 4 de autonomía (permite a un coche conducir solo y sin supervisión humana) estaría listo en 2017. En 2019, adelantó que "habría en las carreteras más de 1 millón de taxis Tesla 100% autónomos en 2020". Hoy, Tesla solo ha conseguido nivel 2 de autonomía en su tecnología. Sus predicciones se han quedado en pura fantasía.

El problema es que, después de cada uno de esos anuncios, el precio de la acción de Tesla se iba inflando cada vez más. Eso es justo lo que alega un grupo de inversores que presentaron una demanda colectiva en 2023 contra la compañía por realizar "afirmaciones falsas y engañosas sobre el negocio, operaciones y perspectivas de la compañía", explican los documentos presentados por el bufete neoyokino Pomerantz LLP. En ellos se acusa a Elon Musk y a sus dos exdirectores financieros (Zach Kirkhorn y Deepak Ahuja) de "inflar artificialmente" el precio de la acción de la compañía. El caso sigue pendiente de resolución en la justicia estadounidense.

Un análisis reciente de Bloomberg mostraba unas cifras muy esclarecedoras sobre este asunto. En el tercer trimestre del año pasado, por ejemplo, Tesla había proyectado casi 1.500 millones de dólares en ingresos diferidos con su tecnología de conducción autónoma. Sin embargo, lo que finalmente registró como ingresos diferidos obtenidos de verdad no superó los 300 millones. "La diferencia entre lo que Musk promete sobre la comercialización de su tecnología de conducción autónoma y lo que luego Tesla reconoce oficialmente en sus informes nunca ha sido tan grande", explica Craig Trudell en su análisis.

placeholder El cofundador de Facebook y consejero delegado de Astana, el estadounidense Dustin Moskovitz. (EFE)
El cofundador de Facebook y consejero delegado de Astana, el estadounidense Dustin Moskovitz. (EFE)

Moskovitz y los inversores que han demandado a Tesla no han sido los únicos en quejarse de la tecnología de conducción autónoma. El cofundador de Apple, Steve Wozniak, calificó a la empresa de "deshonesta" por engañar a sus clientes. "Han robado tanto dinero a mi familia y a mí que casi no lo puedo ni contar, con cosas que dijeron que serían reales y nos creímos", explicó Wozniak a Fortune. El millonario Dan O’Dowd se gastó más de medio millón de dólares en un anuncio en la Super Bowl el año pasado solo para advertir del peligro que supone el sistema de conducción autónoma de Tesla.

"Para intentar recuperar el control de la empresa, estos días Musk ha dado uno de sus golpes de efecto favoritos: prometer nuevas cosas"

Pocas cosas ejemplifican mejor los peculiares problemas de Tesla como lo que está ocurriendo con su extravagante Cybertruck. Presentado por primera vez en noviembre de 2019, Tesla ha entregado menos de 4.000 unidades, una cifra insignificante comparada con las expectativas de venta de decenas de miles en los primeros meses. La lista de problemas técnicos del coche es tan dilatada que el propio Musk he reconocido que ha "cavado su propia tumba" con este capricho. El Cybertruck se oxida, su acelerador se queda bloqueado, el vehículo pierde potencia de repente y no puedes girar, ni frenar ni acelerar, y sus puertas, por un fallo de diseño, son casi como guillotinas que te pueden seccionar los dedos.

Muchos argumentan que el fiasco del Cybertruck es la gota que ha colmado el vaso. Para intentar recuperar el control sobre la evolución de la compañía, Musk ha vuelto a dar uno de sus golpes de efecto favoritos: prometer nuevas cosas.

La semana pasada aseguró que aceleraría la fabricación de un Tesla barato, el Model 2, que tendrá un precio de mercado de 25.000 dólares y comenzará producción a comienzos del 2025. La idea es competir cara a cara con la avalancha de modelos chinos que están copando el mercado, los mismos modelos y fabricantes (desde marcas establecidas como Hyundai a nuevos actores como BYD), que Musk subestimó hace unos años. El anuncio logró que el precio de la acción de Tesla se recuperara de forma momentánea del mayor desplome de su historia en 14 años.

placeholder Elon Musk. (Reuters)
Elon Musk. (Reuters)

La segunda promesa de Musk se produjo esta misma semana y fue aún más sorprendente: un acuerdo con Baidu, el Google chino, para acelerar el despliegue de la tecnología de conducción autónoma en ese país. El anuncio se hizo como parte de la visita de Musk al país asiático, donde se reunió con el primer ministro chino, Li Qiang, que puso a Tesla como "ejemplo de la exitosa cooperación económica y comercial entre China y EEUU". Está por ver cómo se materializará el acuerdo, pero al menos parece que Musk se ha dado cuenta de la situación de urgencia.

"No sabemos si duerme en el suelo de la oficina o en un avión, pero el mensaje está claro: ha vuelto", escribió esta semana el analista de Morgan Stanley Adam Jonas, en referencia al intento de Musk por enderezar el rumbo de la empresa. "Trabajo cada día de la semana. Es raro que me tome libre una tarde del domingo", aseguró Elon en la última llamada con analistas tras los preocupantes resultados de Tesla. "Me voy a asegurar de que Tesla sea muy próspera. Creo que ya lo es, pero lo será mucho más en el futuro".

"Ya sé que puedo sonar como un loco para mucha gente que no sigue Tesla, pero llegados a este punto alguien tiene que decirlo. Amigos, esto es ahora como Enron". Dustin Moskovitz, cofundador de Facebook, uno de los emprendedores e inversores más prominentes de Silicon Valley y autor de esta frase, tiene un problema con Tesla. Moskovitz lleva años lanzando dardos contra Elon Musk, pero nunca antes había enviado semejante misil al dueño de Tesla. Musk respondió como suele hacer en estas ocasiones, insultando. "Menudo retrasado", dijo. Sin embargo, las palabras de Moskovitz, aunque duras, reflejan en parte la situación actual de Tesla, acosada por el derrumbe de ingresos y beneficios, los problemas técnicos y de diseño y las promesas incumplidas. Para salir del agujero, Musk ha respondido como mejor sabe, con más promesas.

Elon Musk
El redactor recomienda