«¿Le pagan por eso?»: las redes estallan contra Pilar Rubio con críticas despiadadas

Su colaboración en el programa de Pablo Motos comenzó como un ciclón y en la mente de muchos permanecen retos tremendos y exigentes, como cuando atravesó una tostada con una flecha, hizo malabares con sillas o desafió su vértigo en diferentes pruebas. De hecho, dicen que el concurso 'El Desafío' se inspiró en la idea primitiva de ver famosos superando retos.

Sea como fuere, en el caso de Pilar Rubio y la televisión se podría aplicar en estos momentos el viejo dicho de que cualquier tiempo pasado fue mejor. Ya no es un favorito de los espectadores y la cuestión es saber si es porque ya no seduce su rostro o porque las pruebas que hace son aburridísimas.

Cada cierto tiempo regresa a 'El Hormiguero' con un nuevo desafío y el último fue el miércoles, cuando apareció en el plató junto a un grupo de bailarinas profesionales para ejecutar una performance que se prometía espectacular. Pero ella misma pareció ponerse la venda antes de la herida al anunciar: «Es un baile con mucha concentración, con memoria y con rapidez». Y en busca de un redoble de originalidad, invitaba a la audiencia a disfrutar del número como si lo viesen a través de un caleidoscopio al ritmo del 'Illusion' de Dua Lipa.

Pese al indudable entusiasmo y esfuerzo mostrados por Pilar Rubio, la realidad es que su cosa no gustó nada, a juzgar por los comentarios que comenzaron a aparecer en las redes y que todavía inundan el planeta Internet. «¿A Pilar Rubio le pagan por eso?», ha sido uno de los más hirientes.

Pero ha habido muchos más: «Sin coordinación y estéticamente muy discutible. Pablo es buena gente y deja que Pilar haga lo que vemos», «Pilar Rubio presentando la actuación de sexto de fin de curso», «A ver, es Pilar Rubio, qué queréis», se podía leer en X.

No hace tanto tiempo desde que Pilar Rubio era considerada como una de las colaboradoras estelares de uno de los programas favoritos de su marido, Sergio Ramos, que cada tanto va al programa como invitado. Muchos recuerdan aquel reto del 'Puente imposible', una estructura situada a 20 metros de altura que había que construir mientras la presentadora ponía a prueba su vértigo. También permaneció unos impresionantes cuatro minutos bajo el agua en otro desafío. Y muchos más.

Sin embargo, la audiencia parece ya cansada de lo que hace, ya sea por ella misma o porque los retos que presenta son cada vez más tediosos. Y eso que sus apariciones son cada vez más espaciadas. Pero los espectadores tampoco parecen echarla de menos y ha entrado en ese peligroso bucle en el que muchos temen que la audiencia aguante a verla solo por el mero hecho de después criticarla.

Este incierto momento en la televisión contrasta con el que vive la multifacética modelo en otros ámbitos. Acaba de presentar una nueva línea de bañadores mientras permanentemente torea los rumores de separación con sonrisas y sentido del humor.