Omar Vera, periodista ambiental: “Debemos articular organizaciones sociales e indígenas con los defensores de los derechos humanos para tener procesos de investigación que tengan peso en los Tribunales” – Mirada Generacional
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Omar Vera, periodista ambiental: “Debemos articular organizaciones sociales e indígenas con los defensores de los derechos humanos para tener procesos de investigación que tengan peso en los Tribunales”

Actividad organizada por el JournalismFund Europe, Justice for Journalists.

El 04 de mayo se realizaron las últimas ponencias sobre el “Día Mundial de la Libertad de Prensa”, que se desarrolló en los espacios del Centro Cultural Gabriela Mistral. En este caso, Mirada Generacional pudo conversar con Omar Vera, periodista hace más de 20 años y Director del medio “El Turbión”, organización activista colombiana que promueve el derecho a la comunicación y el periodismo de investigación sobre derechos humanos, violaciones a los derechos humanos, crímenes de guerra y conflictos socio ambientales en Colombia, quien participó de la ponencia: “Investigating Environmental Crimes: Can You Cover Coal Mining or Water Scarcity and Stay Alive”, organizado por el JournalismFund Europe, Justice for Journalists. En esta oportunidad, Omar Vera presentó su investigación sobre la minería del carbón en el país sudamericano y cuáles son los desafíos y acciones que se debe realizar para contrarrestar el extractivismo y que atenta contra nuestra especie en el planeta.

-¿Qué tan importante fue estar presente en esta edición del “Día Mundial de la Libertad de Prensa”?

-Nos interesó mucho este espacio por dos razones: la primera, estuvimos compartiendo con colegas de todos lados del mundo un diálogo sobre el periodismo que se hace en medio de la crisis climática, la cual no da espera y el poder hacer investigaciones y mostrar lo que está pasando es urgente. Por otro lado, vemos con angustia que este diálogo entre periodistas y la ciudadanía que se preocupa por este tema, tiene muy poco eco en el sistema internacional. Aunque esta conferencia la organice la UNESCO, las declaraciones solamente muestran la preocupación de los gobiernos y de la diplomacia internacional en torno al tema, pero son muy pocas las acciones que se están tomando para poder salir y cambiar esta situación.

-Sobre tu presentación, me impactó mucho las cifras de personas que han muerto en circunstancias de investigación periodística y manejo de información sobre el impacto de ciertas industrias al medio ambiente. En ese sentido, ¿cómo observas esta relación entre los medios de comunicación y la forma con la que informan estos hechos?

– Hay un claro conflicto de intereses entre los dueños de las grandes cadenas de los medios de mi país a la hora de hablar de estos temas. Me refiero a que pesa mucho el lobby de las empresas mineras, son seres inexistentes para el ojo público que solo aparecen para quedar bien ante este último. Cuando hacemos este tipo de investigaciones son silenciadas. Sin embargo, tenemos en este momento un gobierno que cuestiona esto y ha puesto la discusión sobre la minería y el cambio climático, pero hacia afuera pareciera no importar sobre todo en el contexto estadounidense debido a la influencia que tiene en esta parte de Latinoamérica por sus negocios internacionales.

Debería repercutir más en los países desarrollados donde provienen estas industrias.

-Así es. Colombia se ve para el resto del mundo solo como un proveedor de café. Pero cuando estamos hablando de la repercusión que tiene la minería de carbón para la generación eléctrica en todo el mundo, no se conversa, no se habla ni se pone en el debate internacional. En Alemania, que es uno de los grandes compradores de carbón de Europa, no se habla sobre el carbón colombiano. Logramos con esta investigación cerrar la compra de carbón colombiano en una de las mayores plantas termoeléctricas de Dinamarca. Pero es una de decenas de plantas que compran este carbón y que siguen quemándolo de una manera excesiva y un impacto no solo a nuestra atmósfera, sino de las comunidades que viven ahí. Están muriendo personas, animales y plantas debido a este tipo de minería.

¿Cuáles son las iniciativas que ha hecho el gobierno actual de Colombia frente a estos casos?

-Antes de hablar de esto, sacaron a la anterior Ministra de Minería, Irene Vélez; la sacaron los medios porque fue la primera persona que no viene de la puerta giratoria de las empresas mineras petroleras, y además porque se generó un plan de transición energética que -aunque es tímido para las necesidades mundiales- es un escándalo para la situación interna del país. Se están construyendo obras y generando mecanismos para que haya un poco de justicia energética, pero, desgraciadamente, nuestra legislación y la manera en que están las cuentas y la balanza de los poderes tradicionales del país, no se permite más y seguimos teniendo dependencia del carbón y generación de impactos grandísimos al rededor de esto.

-Respecto de las comunidades indígenas que han sido afectadas por este problema y que son los primeros perjudicados, ¿existe alguna organización entre ellos con el Estado?

– En el caso del Pueblo Wayú es muy antiguo, que tiene una población importante de al rededor de 380 mil personas en el lado colombiano, y una cifra similar en Venezuela justo en la frontera. Es un pueblo, como decimos nosotros, muy “peleón”. Pero que ante la minería ha tenido una dificultad grande para hacerle frente, y ha sido un pueblo que ha sufrido una violencia incesante durante 44 años que llevamos en minería de La Guajira. Los pueblos afros también han enfrentado esto. Solamente en los procesos que se han juntado estos pueblos junto campesinos, indígenas y los trabajadores de las minas, y han logrado desarrollar acciones en conjuntas en lo legal y en la movilización. Gracias a esto, han existido sentencias sobre ríos colombianos que tutelan los derechos de los ríos y la comunidad para evitar que se expandan las minas. Si no hay una articulación entre los distintos sectores que están allí, no hubieran podido lograr que se reconocieran sus territorios a pesar de que la mina quedara en su territorio, de que una buena parte de lo que reconoció la Corte es un tercio del actual pozo de extracción que está abandonado. Se logra este pequeño reconocimiento, pero lo que sigue es un proceso muy duro de lucha para que haya una reparación efectiva la cual no esta hablando el Estado, mucho menos las multinacionales.

-¿Cómo fue tu experiencia mientras hacías el trabajo en terreno?

El año pasado, cuando fuimos a hacer el trabajo de investigación, entre enero y marzo hubo 43 niños Yukpa muertos de hambre, de desnutrición. 4.700 en diez años en La Guajira, de hambre y sed. Lo que pasa en esa zona es un etnocidio silencioso, del cual nadie habla. Pero ellos siguen ahí resistiendo y nos llena de esperanza también entre tanto sufrimiento.

Actualmente Europa ha perdido mucho terreno a nivel industrial en temas energéticos pero también en cuanto a nuevas tecnologías, dejando a EE.UU. y China como los máximos exponentes. Esto, como dices tú, hace que los países europeos realicen nuevas estrategias de extracción de materia prima en nuestro continente y también en África. ¿Cuáles crees que son los desafíos como continente y que representamos, junto a África y parte de Asia, como el Sur Global que nos afecta directamente la crisis climática?

-Primero es la supervivencia como especie. América Latina tiene una ventaja no solo por su ubicación geopolítica, sino también por su riqueza natural y puede ofrecer una importante alternativa para la humanidad. Aquí tenemos la Amazonía, los mayores bosques, la Cordillera de Los Andes, Centro América y toda la biósfera Maya; hay que cuidar eso. Tenemos un problema importante por cuidar ese pedacito del planeta que está amortiguando en buena parte el cambio climático. Necesitamos que los Estados trabajen juntos y los pueblos en defender esto. Lo segundo, tenemos un déficit de información sobre esto y ahí es donde entramos los periodistas. Es necesario volcar la denuncia a investigaciones más complejas que le devuelvan a esas comunidades información elaborada. Yo no le voy a decir a nadie que el polvillo de carbón lo está matando; saben que sus ancestros murieron por eso, la gente lo sabe. Pero como periodista tengo la posibilidad de articular el saber científico y el saber de las comunidades en un discurso más o menos elaborado que sea fácil de discutir entre la ciudadanía. Tenemos una responsabilidad que no estamos cumpliendo adecuadamente y tenemos que meternos en esto. En Chile tienen conflictos sociales ambientales muy importantes, pero la sola denuncia y el testimonio de momento funcional a la pelea inmediata no le esta devolviendo a la gente que esta sufriendo una información elaborada con la cual pueda participar en espacios con mayor incidencia. El periodismo de investigación tiene una tarea importante ahí. Por último, articular organizaciones sociales e indígenas con los defensores de los derechos humanos porque debemos tener procesos de investigación que tengan peso en los tribunales, necesitamos ganar en los tribunales sea como sea.

Los periodistas Paloma Dupont, Omar Vera y Maurício Angelo durante su presentación en el WPFD 2024, Santiago de Chile

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