13.05.2024

¿De dónde viene el nombre de Islandia?

En un país rebosante de paisajes contrastados, es fácil especular sobre los nombres alternativos que la historia podría haber asignado a Islandia. ¿Por qué no Tierra del Fuego o Glaciarlandia? ¿Quizá incluso Lavalandia suene bien?

Debido a su remota ubicación en el Atlántico Norte, Islandia fue una de las últimas masas continentales de la Tierra en poblarse, y los primeros colonos llegaron en el siglo VII. Si nos adentramos en los primeros capítulos de la rica historia de Islandia, parece que distintos pueblos descubrieron y dieron nombre al país varias veces. 

Cada teoría arroja luz sobre las formidables fuerzas culturales que dieron forma a Islandia. Aquí desentrañamos parte de la historia más antigua del país para explorar por qué Islandia se llama Islandia. 

¿Islandia es porque es una isla?

How-Iceland-Got-Its-Name

En los últimos años han aparecido pruebas arqueológicas que indican que los pueblos de habla celta de Escocia e Irlanda habitaron Islandia desde alrededor del año 800 d.C., más de 70 años antes de que llegaran los primeros vikingos.

En la cueva de Kverkarhellir, en la Granja Seljaland, los estudiosos desenterraron depósitos de sedimentos que datan del año 800 d.C. aproximadamente. En un segundo yacimiento del grupo de cuevas de Seljalandshellar, los arqueólogos descubrieron 19 tallas murales grandes y cuatro medianas, que representaban el símbolo cristiano de la cruz. Aunque son más difíciles de datar, se parecen mucho a las cruces medievales tempranas vistas en el oeste de Escocia.

Hay más de 200 cuevas artificiales situadas en tierras de cultivo del sur de Islandia. Se cree que los primeros habitantes de estas cuevas tenían conexiones con las comunidades monásticas irlandesas de las islas escocesas. Entonces, ¿cómo llamaban a Islandia estos primeros pobladores?

Se ha sugerido que los celtas llamaron Island (isla) a esta nueva tierra.

Si vas a alquilar un coche durante tu viaje a Islandia, el sur ofrece la popular Ruta de la Costa Sur, que recorre la épica costa preferida por estos primeros colonos celtas, contemplando cascadas, fuentes termales, piscinas naturales, playas de arena negra y glaciares por el camino.

Seljaland Waterfalls on a sunny summer day, Iceland.

La teoría celta da un sesgo interesante al origen del nombre de Islandia. Aunque hoy en día los islandeses llaman a Islandia Islandia, se escribe Ísland y se pronuncia tal como lo leemos, (en islandés, ís, significa hielo). En otras lenguas, el nombre de Islandia no está relacionado con el hielo, pero sí con la palabra isla. A pesar de ello, los vikingos, y no los celtas, suelen atribuirse el mérito de dar nombre a Islandia.

Varios aventureros nórdicos reivindicaron el descubrimiento y el nombre de Islandia. Sus historias de audacia están bien documentadas en dos libros fundamentales de la historia cultural de Islandia: Íslendingabók y Landnámabók. Escritos en el siglo XII, estos libros son los primeros registros del descubrimiento y asentamiento de Islandia, y reflejan generaciones de historia oral vikinga.

Entonces, ¿quién le puso nombre a Islandia?

Este honor se suele conceder al primer colono noruego Hrafna-Flóki Vilgerðarson. Hacia el año 868 d.C., Flóki cruzó el mar desde Noruega hasta Islandia. Viajaba con su familia, tripulación, ganado y tres cuervos (Hrafna significa cuervo en islandés), y su objetivo era asentarse en una nueva tierra descubierta por anteriores aventureros vikingos: Naddoður Ásvaldsso y Gar∂ar Svavarsson (hablaremos de ellos más adelante).

Se cuenta que, al partir de las Islas Feroe, Flóki soltó a sus tres cuervos. El primer cuervo voló de vuelta a las Feroe; el segundo regresó al barco, pero el tercer cuervo voló hacia el noroeste y no regresó. Esto sugería que había tierra cerca, y Flóki puso rumbo noroeste.

El cuervo condujo el barco a Islandia, y Flóki acampó en Vatnsfjörður, en Barðaströnd, en la costa sur de la península de los Fiordos Occidentales. Por desgracia, tras un verano agradable, al no prepararse bien para el duro invierno islandés, todo el ganado pereció.

Este grupo de primeros colonos se vio obligado a marcharse. Se dice que, antes de regresar a Noruega, un abatido Flóki subió a las montañas de los Fiordos Occidentales, donde vio icebergs flotantes en Vatnsfjörður y ¡tachán! Hielo + Tierra (Ís + land) se convirtieron en Islandia.*

Hoy en día, muchos de los Fiordos Occidentales siguen siendo salvajes y vírgenes, por lo que son perfectos para los aficionados a la naturaleza, y alquilar un coche es la mejor forma de llegar a lugares remotos como Látrabjarg, uno de las mayores colonias de aves de Europa. ¡Un lugar estupendo para avistar un frailecillo!

Cliff in Iceland - Latrabjarg

Una vez de vuelta en Noruega, Flóki habló amargamente de la tierra a la que llamaba Islandia. Sin embargo, uno de sus tripulantes no opinaba lo mismo y describió un paraíso en el que «hasta la hierba goteaba mantequilla». Así pues, quizá no sorprenda que muchos más vikingos siguieran los pasos de Flóki, y su nombre maldito hizo poco por disuadirles de querer establecerse en Islandia.

Pocos años después, Ingólfur Anarson se asentó con éxito en la isla, y comenzó la Era Vikinga del país. Habla de la irresistible magia de Islandia el hecho de que incluso Flóki decidiera finalmente regresar también como colono permanente.

*Esta afición vikinga a «decir lo que se ve» para nombrar los lugares es bastante común. Por ejemplo, Reikiavik, que se traduce como «bahía humeante» debido a las fuentes de vapor volcánicas activas de la zona.

Los nombres que no cuajaron

Antes de que Flóki y sus cuervos alzaran el vuelo hacia Islandia, un noruego llamado Naddoður Ásvaldsso perdió el rumbo cuando navegaba desde las Islas Feroe hacia Noruega. Naddoður desembarcó en el este de Islandia en verano. Algunos registros sugieren que se quedó una temporada, pero tras no encontrar señales de vida, regresó al mar, bautizando este nuevo territorio como Snæland, que habría llegado a nosotros como Nievelandia o Esnilandia, por la castellanización del sonido original.

Aunque suene encantador, Esnilandia no se puso de moda. Tampoco lo hizo el nombre propuesto por el aventurero sueco Gar∂ar Svavarsson. Ahora viviríamos en la Isla de Gardar si hubiera tenido éxito. Svavarsson desembarcó en Islandia hacia el año 860 d.C. cuando una tormenta en Pentland Firth desvió el rumbo de su barco y lo llevó al Atlántico Norte.

North coast of Iceland on the shores of Skjalfandi Shaky bay

Al acercarse a Islandia desde el sureste, Gar∂ar siguió la costa hacia el oeste y acabó descubriendo que aquella misteriosa tierra nueva era una isla. Desembarcó en Skjálfandi, una bahía del norte de Islandia, y exploró la zona durante cerca de un año desde su base en Húsavík, que hoy forma parte de la fantástica ruta en coche del Círculo de Diamante.

Antes de partir, Svavarsson declaró (con bastante modestia) que la isla recién descubierta debía conocerse como Garðarshólmu o Isla de Gardar. Qué pena para el pobre Gardar que este nombre tampoco se mantuviera.

¿El nombre alternativo?

Hemos especulado con que Tierra del Fuego, Glaciarlandia o Lavalandia podrían ser nombres igualmente adecuados para Islandia. Sin embargo, si Flóki hubiera elegido otra montaña para escalar, la vista y el nombre resultante podrían haber sido muy diferentes.

Pero, ¿te has preguntado alguna vez por qué Islandia es muy verde y Groenlandia (llamada en inglés Greenland, que es como si la llamáramos Verdelandia) muy helada? ¡Es casi como si se hubieran cambiado los nombres! Sobre todo si tienes en cuenta que sólo el 11% de Islandia está realmente cubierta por una capa de hielo permanente, frente a más del 80% de Groenlandia.

Esta observación irónica está detrás del mito comúnmente compartido de que los primeros colonos vikingos llamaron a Islandia para disuadir a los posibles colonos de acudir en masa a su nuevo paraíso. Después de todo, ¿quién elegiría vivir en una Tierra de Hielo, especialmente cuando la cercana Greenland, la Tierra Verde, suena tan atractiva?

La verdad tiene más que ver con el cambio climático que con una astuta conspiración vikinga.

Los datos científicos demuestran que entre los años 800 y 1300 d.C., el sur de Groenlandia era mucho más verde y cálido. Así que, cuando Erik el Rojo desembarcó en Groenlandia* en el 982 d.C., el nombre que eligió para el país tenía mucho sentido. Sin embargo, la Pequeña Edad de Hielo del siglo XIV hizo que las temperaturas en Groenlandia cayeran en picado. Este clima más frío devastó los cultivos y obligó a los primeros colonos nórdicos a abandonar el país.

Hoy estamos viendo de nuevo el impacto del cambio climático, a medida que las capas de hielo de Groenlandia se derriten debido al calentamiento global, creando espacio para paisajes más verdes. Para equilibrarlo todo, es probable que en el futuro también veamos más hielo en la Tierra de (Fuego y) Hielo. A medida que el deshielo de los glaciares enfríe el Atlántico Norte, se prevé que la Corriente del Golfo -que actualmente mantiene a Islandia a unos agradables 10 grados más caliente que Groenlandia- se ralentice, trayendo climas más fríos a Islandia.

* Por supuesto, Groenlandia ya tenía un nombre dado por su población nativa inuit. Los groenlandeses de hoy han vuelto a este nombre original; llaman a su país Kalaallit Nunaat, que significa «Tierra del Pueblo».

Ahora ya lo sabes todo sobre el nombre de Islandia y parte de su fascinante historia celta y nórdica. ¿Por qué no sigues los pasos de Flóki (lo de los cuervos es opcional) y vienes a conocer un poco mejor nuestro país?

En nuestro blog encontrarás muchos más consejos prácticos e ideas inspiradoras sobre las mejores formas de planificar el viaje de tu vida.

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