“La Ventana Indiscreta” de Alfred Hitchcock, un clásico del cine del año 54. Cierto es que dura casi dos horas y cada vez nos cuesta más prestar atención a lo que dura más de dos horas.

La película de James Bond “Skyfall”, una película de la saga moderna del agente 007 ocurre los mismo, dura casi tres horas y no da la sensación de estar tres horas sentado viendo la película.

Hay una cosa que está clara, la narrativa del cine ha cambiado en los últimos años, la secuencia de los planos es cada vez más rápida. El cine es ahora tan acelerado como la vida que llevamos. ¿De qué manera nos influye?¿Tiene una acción directa en nuestra capacidad de atención? Parece ser que si que influye.

Y si nos influye a nosotros, adultos, con una mirada educada en otros tiempos, ¿Cómo le puede influir a los niños y los jóvenes? El psicólogo Alberto Soler, experto en crianza, nos propone un experimento. Con un cronómetro en la mano, ver cuántos cambios de plano hay por minuto. Y esto a los niños les afecta.

Ha estado en 'La Tarde' Daniel Gascón para analizarlo.

Además del director de cine y productor Pedro Solís. Es el creador del precioso corto de animación “Cuerdas” ganador de un Goya en 2014, y está detrás de otras creaciones como los cortos de “Tadeo Jones”, la aclamada película “Momias” del año pasado, y ahora “Búfalo Kids” que se estrenará en agosto de este año.

Además le pasó algo parecido con una película: "Vacaciones en Roma": "

Hay estudios recientes de la Universidad de Massachusetts que dicen que el ojo está preparado para procesar imágenes completas en trece milisegundos con buen resultado, es decir, con la imagen completa y sin perder información. Podríamos seguir aumentando las imágenes por minuto.

Es decir tendríamos un cerebro insatisfecho, tal y como nos dice la neuropsicóloga, Sandra Martínez García, terapeuta familiar y presidente de la Asociación Neuron. Y no es la única consecuencia.

Esto se experimenta sobre todo con los videojuegos, o en los contenidos de las redes sociales, donde, incluso nosotros, los adultos, no toleramos videos que duren más de 40”.

Esto en cuanto a lo que consumimos. Pero luego está el cómo consumimos. Ahora gracias a las plataformas en streaming lo tenemos todo y lo tenemos ya.

Es difícil dar marcha atrás ahora, pero ¿Por qué sería importante revisar qué tipo de contenidos les damos a los niños?¿Por dónde pasaría la solución?