El argentino Peralta o el amor como arma definitiva en los tiempos más convulsos - Infobae

El argentino Peralta o el amor como arma definitiva en los tiempos más convulsos

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Segovia (España), 11 may (EFE).- El amor como arma definitiva,“en tiempos mejores o en tiempos peores” como los que ahora toca vivir con la guerra en Ucrania y en Gaza, se ha convertido en el hilo conductor de las historias que desde hace casi medio siglo cuenta el titiritero argentino Horacio Peralta.

El único integrante de la compañía Bululú muestra este sábado en Segovia (España), en el Festival Internacional de Teatro de Títeres 'Titirimundi', su espectáculo 'Teatro en todas partes', que no necesita de las palabras para reflejar los sentimientos.

Peralta, nacido en Buenos Aires en 1952, es uno de los titiriteros argentinos de mayor relevancia internacional.

A pesar de los avatares de una vida ciertamente azarosa -perseguido por la dictadura, secuestrado por un grupo paramilitar y más tarde exiliado a Centroamérica para llegar posteriormente a Europa donde vive actualmente- tiene al amor como seña de identidad de todos sus espectáculos.

Tras su salida de Argentina, fue en Panamá, donde descubrió su vocación, explicó a los medios, con todo listo para su actuación en el festival.

“Me hice amigo de un profesor de filosofía y de matemáticas al que le gustaban los títeres y que demostraba con una serie de fórmulas cómo una semana de amor o un beso podían ser infinitos. Me enamoró la idea de hablar del amor en tiempos mejores o en tiempos peores y creerme que realmente es lo que vale la pena”, recordó con la ilusión todavía intacta.

A Segovia ha llegado con un espectáculo nuevo, un ‘Teatro de todas partes’, que resume su carrera de titiritero en varias historias y que califica de “espectáculo todoterreno”, puesto que apenas necesita montaje.

Tanto es así que Peralta ha contado sus historias en los lugares más dispares, más allá de un jardín o un teatro: “He actuado en la estación del AVE -tren-, en el metro de París, en un ferry que atraviesa Manhattan, Staten Island y Nueva York, también en algún avión...”.

Son cuentos sin palabras, adornados con músicas clásicas, “aunque hay una canción de Elton John”, reconoció, y combinan con las historias. Ponen la banda sonora al mensaje de amor, a la transmisión de sentimientos.

“A mí eso es lo que me gusta, compartir sentimientos”, enfatizó Peralta, que ha formado parte de la ONG francesa Clowns Sans Frontières, con la que participó en misiones humanitarias para proteger a niños en estado de riesgo en Haití, Argelia, Israel o Palestina.

Titirimundi siempre aparece como cita obligada para el argentino, desde que hace casi cuatro décadas coincidiera con Julio Míchel, por entonces organizando el primer festival. EFE

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(foto y vídeo)